Argentina siempre tiene materia prima que explotar. Y aunque parezca mentira, Cristian Perfumo no lo es. Él es un producto de exportación desde hace ya un tiempo considerable, que en estos últimos días ha llegado a boca de todos debido a la mediatización del triunfo en un certamen de mucho reconocimiento en el palo de los escritores. El novelista que dedicó sus estudios a la informática y que, gracias a una historia, dio un giro en su vida, es el más reciente ganador del premio Amazon, el sitio que lidera mundialmente la venta de libros, gracias a su última creación: El coleccionista de flechas. Pero ojo… ya piensa en su siguiente creación.
Amazon, la reconocida plataforma de venta de libros online, abrió sus puertas a la cuarta edición de “Autores Indies”, que en sus anteriores años fueron conquistadas por españoles. El joven escritor, camada 1983, decidió participar con su cuarta novela y cortó la racha de los europeos. Originalidad, creatividad, calidad literaria y viabilidad comercial de contenido fueron los puntos que el patrocinador –Amazon Digital Servicies- eligió para juzgar. Puntos en donde el libro lideró entre 1.800 escritores de todos los puntos del globo terráqueo en principio, y entre cinco en última instancia. “Una persona aparece brutalmente asesinada en un pueblo muy pequeñito de la Patagonia, y sólo hay una pista para encontrar al responsable: en la casa de la víctima falta una muy particular colección de puntas de flechas. Las mismas tienen un valor arqueológico muy alto, como también en el mercado negro. Así, la policía encargada del caso se une a un arqueólogo para intentar seguir los pasos al asesino”, explica sobre su novela quien encontró su lugar en el mundo junto a su pareja en Barcelona, pero que lejos está de olvidarse de sus raíces, las mismas que han sido jugo a exprimir en sus historias. “La novela se lee rápido, está diseñada para eso. Tiene un formato dinámico y sin partes aburridas, ambientada en un lugar especial como la Patagonia. Es de las que decís ‘leo un capítulo más y voy a dormir’ y terminas yéndote a las 3 A.M.”, analiza, en diálogo con Pirámide Invertida, con un tono de apego marcado por el amor hacia su tierra.
Cristian, criado en Puerto Deseado, finalizó sus estudios en informática y se aventuró en el Viejo Continente. Australia fue la antesala a lo que hoy es su hogar en España. Pero, ¿qué hace que alguien en el sendero de la tecnología desvíe el camino hacia la ficción? Su vida lo chocó ante una historia increíble, a la cual él le aportó su enorme capacidad. “Estaba en un viaje de visita a mi familia, en donde les presenté a mi pareja. Era la primera vez de ella en el pueblo y decidí llevarla a un bar. El dueño a los 17 descubrió un barco que llevaba 200 años debajo del agua. Ese día nos contó su odisea, de cómo él siendo un adolescente encontró la Corbeta Swift. Salí del bar y le dije a mi pareja ‘esto es impresionante, alguien tiene que escribir algo sobre esto’. Con el tiempo pensé en probar escribirlo yo mismo. Empecé sin saber mucho qué formato estaba haciendo. En un principio pensé que estaba creando un libro de no ficción, recopilando lo que había pasado. Pero luego me di cuenta de que esto debía ser una novela. Ahí nació ‘El secreto sumergido’”, recuerda con nitidez, para explicar el punto de inflexión de alguien a quien los aires de escritor le llegaron de grande y que, con el azar de la vida y empeño, editó su primer libro. El mismo que hoy lleva seis ediciones, que fue traducido al inglés, como también al braile y fue la catapulta para seguir dejando volar su sed de ficción. Dónde enterré a Fabiana Orquera, que en 2015 fue la séptima más vendida de Amazon España, y El Cazador de farsantes, fueron los títulos, siempre con frío y viento a su alrededor, que integran el nudo de esta historia, en el final parcial de la vida literaria de quien hoy abordamos.
Julio y agosto de este año, meses en los que fue lícita la inscripción de obras, no serán una fecha más para él, y mucho menos el 6 de noviembre, día que se lo coronó y donde el alcanzó un sueño. “Ha corrido bastante agua debajo del puente desde que creé «El secreto sumergido» hasta ahora. Pero, ¿cómo compararlo con el premio de Amazon? Con mi primer libro fue todo muy lento, casi un trabajo de hormiga. Ahora, sin que tenga que hacer nada, aparezco en los medios y todo ese empuje mediático generó algo que habría sido imposible ganar por mi cuenta. Tomo al premio como una gran oportunidad para extender mi radio de alcance a mucha gente a la que no tendría posibilidad de llegar”, confiesa quien será editado en inglés y pasado a formato de audiolibro, además de promocionar sus páginas y cumplir su rol como órgano de turismo del Sur argentino, gracias a la difusión y inserción de historias ambientadas allí.
Como si fuera poco, con todo el terreno fresco y las huellas de su triunfo, Cristian no para y ya piensa en su próxima obra. “En 1991, en Puerto Deseado se hizo de noche durante el día. Nos cubrió en cenizas el Hatson, un volcán chileno en erupción. Un día de caos total, nadie sabía que estaba sucediendo. Es un ambiente muy único para contar una historia, cada vez me siento más atraído a este escenario como mi siguiente novela. No sé si será la siguiente, o la que venga después. Pero, al ser un concepto tan fuerte, sé que en algún momento escribiré sobre eso”, cuenta y siembra, con detalles atrayentes, la ansiedad en todos sus seguidores, como también en los que vendrán. Porque Cristian Perfumo, que desde su éxito allá en 2011, cuando dejó de ser materia prima, hoy, gracias a su esfuerzo, se consolida como un producto de primera mano y consolidado. Este sólo es el final parcial de una historia que tendrá muchos capítulos más. O libros, mejor dicho.
Enzo Berón