Atlanta y Chacarita fueron fundados en 1904 y 1906 respectivamente prácticamente en el mismo barrio; lo que con el paso del tiempo derivó en una rivalidad inevitable en la búsqueda de un oponente con el cual codearse. El “clásico de Villa Crespo” denominado así por periodistas de la época no sólo se convirtió en uno de los más tradicionales de Buenos Aires sino también se convirtió en una rivalidad única e inigualable en el mundo.
Sus estadios fueron construidos en el mismo terreno (alquilado por ambos con la intención de abaratar costos) y con la particularidad de que la cabecera de sus tribunas principales compartieron medianera por muchos años, lo cual de una manera u otra le fue dando forma a este clásico porteño. Sin embargo, en 1944 ocurrió un hecho que incrementó la rivalidad entre los dos clubes: cuando los dirigentes del Funebrero quisieron renovar el contrato de alquiler, se encontraron con que sus pares bohemios habían comprado la totalidad del lugar, obligándolos a mudarse a Villa Maipú.
Por esta razón, las chicanas por parte de los hinchas de Atlanta serán eternas hacia sus ‘vecinos’, de todas formas la historia marca que el exilio hacia lo que hoy es parte de San Martín favoreció a los funebreros, ya que crecieron en número de seguidores y se consagraron como campeones de Primera División en 1969.
Hoy Chacarita y Atlanta llevan un historial de 131 partidos con 55 victorias funebreras, 34 bohemias y 42 empates, lo que marca una notable diferencia a favor de los Tricolores. A pesar de la cantidad de encuentros que disputaron y los equipos que fueron surgiendo en el camino, en la actualidad ninguna rivalidad del mundo presentó una historia similar a la del Clásico de Villa Crespo. Por lo tanto, aún mantiene el récord de ser la única rivalidad con la particularidad de que sus equipos compartieron medianera por más de 20 años.
Juan Manuel Meza