El «bolsillo» es un tema que preocupa a los argentinos; decidir cuándo y en dónde realizar las compras para que sea más barato o accesible es una problemática cotidiana de las familias. ¿Comprar en el “chino del barrio”? ¿Ir al supermercado grande y hacer las compras de todo el mes? ¿El mayorista tiene buenos precios? Ésas son algunas de las opciones que tienen las familias para comprar alimentos y no sufrir con los precios.
El negocio del supermercado chino comenzó hace no mucho tiempo y creció tanto que se estima que cada 9 cuadras hay uno de ellos en toda la Ciudad de Buenos Aires. Nora López, una vecina de Villa del Parque, destacó las ventajas de comprar en un comercio de los conocidos como «chinos»: «Las ventajas de comprar en uno de ellos es que siempre tenés uno cerca de tu casa y si no hay lugar suficiente para hacer grandes compras en tu casa o tu departamento tenés la posibilidad de ir todos los días, ya que suelen estar abiertos durante todo el día», señaló. Los precios son más baratos ya que los chinos arman cooperativas de compras y negocian directamente con las fábricas y los distribuidores para comprar en grandes cantidades, así obtienen grandes descuentos y pueden hacerles competencia a las grandes cadenas de supermercados.
Otro caso muy común en las familias es hacer una “compra mensual”. Celia Aquino de Devoto es una de las que realizan la compra a principio de mes. «Comprar todo a principio de mes me parece una solución mas cómoda y práctica; ni bien cobro mi sueldo me ocupo de las compras y listo, no tengo que volver a ocuparme de la comida y ya tengo todo en mi casa», expresó. Esta opción es muy común en las familias numerosas, que suelen aprovechar promociones con la tarjeta del supermercado.
Sin dudas que las cadenas de supermercados obtienen muchas más ganancias y algunas de las razones de tanto éxito son las siguientes: compran en grandes cantidades y volumen, por ende consiguen mejores precios, mejores condiciones de entrega y plazos de pago altamente convenientes comparados con los supermercados pequeños; almacenan sin costo, es decir que los proveedores entregan sus productos en consignación, es decir, llenan las góndolas y hasta a veces les pagan a las cadenas por ocupar un lugar preferencial donde su marca sea más visible y tenga más facilidades de ser comprada; publicidad: para que las ventas suban, las cadenas realizan grandes promociones que tienen mucha prensa y que son claramente visibles y tentadoras para los consumidores en la televisión, radio, diarios y en la vía pública.
Según el IPC Congreso, en el último año la inflación ya acumuló 25,1 por ciento. Desde que Mauricio Macri asumió la presidencia, registró un alza de 71,2%, a un ritmo de 2,5% promedio mensual y ésto afecta directamente a los precios de los productos de los supermercados.
Claramente hay muchas opciones para comprar, y en una época como la de hoy, en la que la inflación crece y los precios son muy elevados, es importante tener en cuenta todas las posibilidades y elegir la que sea más conveniente y eficiente para subsistir razonablemente hasta el mes siguiente.
Lucas Coyette y Dario Hilzerman