El FBI, Comités del Congreso y Robert Mueller, fiscal especial del caso, llevan adelante una larga investigación para conocer en profundidad la “Trama Rusa”. El objetivo será esclarecer si hubo coordinación entre el entorno del presidente norteamericano y el gobierno ruso para favorecerlo en las elecciones presidenciales.
Del lado opositor denunciaron que los rusos le robaron correos al Partido Demócrata, que luego distribuyó Wikileaks en la antesala de los comicios.
Al estar acorralado, Trump despidió a Comey el pasado mes de mayo como director del FBI, quien hasta ese momento dirigía la investigación. En las últimas declaraciones, dio a conocer detalles de lo hablado con el mandatario: “Trump me pidió lealtad y se la negué”, “A Michel Flynn le pidió cerrar la investigación”, sentenció.
Flynn fue consejero de seguridad de la Casa Blanca hasta el pasado mes de Febrero y renunció al cargo luego de destaparse que mintió sobre las acusaciones que caían sobre él por la aparición de los contenidos en llamadas donde mantenía relación con el embajador ruso Sergei Kislyak.
Otro de los apuntados en el comienzo de la investigación fue Jared Kusner, que sería yerno y uno de los asesores de Trump. El FBI lo investiga por las reuniones que tuvo en plena elección electoral con el embajador ruso y con Sergey Gorkov, presidente del banco ruso Vnesheconombank.
En los últimos días, Paul Manafort, otro hombre clave para la campaña del mandatario norteamericano, se entregó al FBI junto a su socio Rick Gates para responder por las doce acusaciones que caían sobre ellos.
El esclarecimiento de esta trama será clave para Donald Trump, ya que desde la oposición estiman que podrían impulsar un proceso de destitución contra el presidente.
CARLOS PIÑEL