25 de mayo de 2005. Mientras nuestro país tenía un feriado nacional y la gente descansaba, en Europa se paralizaban miradas y corazones sabiendo que el Liverpool se enfrentaba al Milán en busca de la consagración como campeones de la mayor competencia a nivel clubes del mundo. Allí, en el Estadio Olímpico Atatürk de Estambul, Turquía, iba a suceder algo increíble. Un partido que nadie nunca iba a olvidar y que va a quedar en la historia como la mejor final de Champions League de la historia.
Los «Reds» habían entrado al cuadro tras ganarle al Grazer AK austriaco en los Play-offs y pasaron la fase de grupos de manera agitada,. Pudieron clasificar hacia los partidos de eliminación directa tras vencer por 3-1 al Olympiacos griego, superándolo en la tabla solo por diferencia de gol, equipo que tuvo que conformarse con irse a la Europa League debido a esa derrota. En octavos de final, el equipo capitaneado por el legendario Steven Gerrard se impuso cómodamente por 3-1 tanto de local como visitante ante el Bayer Leverkusen. Sin embargo, los cuartos de final no iban a ser tan simples ya que iban a enfrentarse al siempre difícil Juventus. Gracias a los goles de Hyppia y Luis García, el Liverpool gano por 2-1 (Cannavaro descontó para los italianos) en Inglaterra y supo defender el 0 en la vuelta en Turín, convirtiéndose en uno de los 4 mejores de la competición. Ya en semifinales tocaba al Chelsea de José Mourinho, que venía de ser campeón en la última edición de la Premier League. En Londres, el partido termino 0-0, pero el conjunto rojo iba a poder pasar a la final debido a un polémico gol de Luis García en Merseyside.
Del otro lado estaba el Milan, comandado por el grandísimo Carlo Ancelotti. La fase de grupos no le costó al equipo italiano, quien salió primero con solo una derrota (ante Barcelona en el Camp Nou). En octavos tuvo que enfrentarse al poderoso Manchester United, pero con dos triunfos por la mínima diferencia (2-0 global con dos goles de Hernan Crespo) pudo imponerse y pasar de fase. Pero no todo era color de rosa para los rossoneri , quienes iban a tener que enfrentarse a su vecino en cuartos, el Internazionale de Milan. En el partido de ida, el equipo de Kaka pudo ganar por los goles de la leyenda ucraniana Andriy Schevchenko y del enorme holandés Jaap Stam. Ya en la revancha, el Milan iba ganando por un gol de Schevchenko pero luego de que una bengala impactara en la cabeza de Dida, arquero del Milan por ese entonces, el partido fue suspendido y la UEFA dio como ganador al equipo agredido y el encuentro terminó con un 3-0 a favor. En semifinales, había que enfrentarse a la sorpresa del certamen, el PSV Eindhoven holandés. Tras una victoria por 2-0 en la ida (Tomasson y Schevchenko los anotadores), la eliminatoria parecía cerrada, pero los italianos se encontraron con un equipo decidido no bajar los brazos y los holandeses lograron empatar. Fue gracias a un gol de Ambrosini a los 90′ que el conjunto italiano pudo retomar la ventaja. Cocu convirtió otro gol a los 90′ pero gracias al gol de visitante el Milan accedió a la final.
En Estambul ambos equipos iban por la gloria. El equipo italiano quería su 2da Champions en 3 años luego de la obtención de la misma en la temporada 2002/2003. Por otra parte el Liverpool quería volver a levantar el trofeo que había conseguido por última vez en la temporada de 1983/1984. Algo seguro, ninguno de los dos equipos se esperaba el partido que venía a continuación. Solo le tomo un minuto al Milan para ponerse en ventaja gracias a un gol de su capitán, Paolo Maldini. Perdiendo «desde el vestuario» los reds intentaron empatar el partido, pero un doblete de Crespo en los minutos 39′ y 44′ daban prácticamente por sentenciada la final de la competición. El equipo italiano se iba al descanso con una amplia diferencia de 3 goles sobre su rival, quien dejaba el campo de juego atónito, sin reacción. Pero lo impensado sucedió, el equipo de Rafa Benítez salió a jugar el 2do tiempo decidido a dar vuelta este resultado complicado. Gerrard inicio la remontada en el minuto 54′ tras un gran cabezazo, a partir de este gol, todo se hizo cuesta arriba para el equipo de Ancelotti. En tan solo 6 minutos, el conjunto inglés había empatado el partido luego de los goles de Smicer (56′) y Xabi Alonso (60′).
El encuentro termino empatado en 3 y paso hacia el tiempo extra, en donde los equipos no se sacaron ventajas pero el arquero polaco Jerzy Dudek se lució con 2 atajadas fenomenales ante Schevchenko, negándole el triunfo sobre el final. Ya en tanda de penales, fallaron Serginho y Andrea Pirlo para los italianos y Hamann y Cisse lograron convertir sus respectivos penales. Tomasson logro descontar y tras el fallo de Riise, Kaka empato la serie pero Smicer pudo convertir y poner el 3-2. Todo dependía de Dudek, quien había sido figura del encuentro pero se tenía que enfrentar al enorme delantero ucraniano. El polaco logro imponerse y le atajo el penal a Schevchenko. El Liverpool volvía a ser campeón de Europa luego de la final más impresionante de todos los tiempos.
Lautaro Escobedo