Pirámide Invertida entrevistó a Martín Petraglia, entrenador de las divisiones inferiores del básquet del Club Atlético 9 de julio. Oriundo de la ciudad vecina de Junín, este ex-jugador cuenta el panorama y el desarrollo de este deporte en la ciudad nuevejuliense.
-Sabiendo que sos de Junín, una ciudad cercana, ¿cómo llegaste a 9 de Julio para realizar este trabajo?
-Jugué profesionalmente al básquet en Argentino de Junín, y debido a una lesión en una de mis rodillas que me impidió seguir jugando, empecé a ejercer el trabajo de entrenador en el mismo club, con las divisiones inferiores. Luego, por problemas personales, tuve que alejarme y estuve un tiempo fuera de este deporte. Gracias a Dios, este año volví al ruedo en el que más cómodo me siento, ya que el presidente de la subcomisión de básquet de 9 de Julio se contactó conmigo y no dudé en aceptar.
-¿Cómo ves el desarrollo juvenil en general en el básquet?
-La verdad que generalmente lo veo bien, ya que estuve en entrenamientos de muy buena forma. Hay seriedad, mucho compromiso y por parte de los chicos mucho compañerismo. En particular con el básquet donde pertenezco ahora, como te decía anteriormente, se fueron sumando varios chicos a esta etapa, y se conformó un muy buen grupo. En lo que nosotros hacemos hincapié es en el compromiso de seguir viniendo y que tengan una vida saludable dentro de todos los riesgos que hay fuera de aquí.
-¿Cómo se planifican los entrenamientos para estos chicos?
-Cuando llegué me encontré con un preparador físico que ya estaba desde antes en el club, y con él acordamos horarios y la planificación para una buena pretemporada, que les sirva a los chicos y también a nosotros. En primer lugar, planificamos y programamos la sesión considerando su duración, carga física y psicológica. O sea; el propósito es preparar progresivamente a estos chicos en sus condiciones físicas y mentales para el comienzo de la Liga.
-¿Qué objetivos te planteás? ¿Ves alguna posibilidad de dirigir en Ligas de más renombre?
-Yo ahora estoy bastante bien acá en 9 de Julio, soy joven, y después veré el panorama que se puede llegar a presentar. Ahora apunto al desarrollo de los chicos y que ellos vuelvan a tener su lugar en el básquet, que es lo que más quieren. Obviamente que uno sueña con dirigir equipos que integren un TNA por ejemplo, ya que en mi ciudad hay varios clubes, pero también soy consciente que hay varios entrenadores como yo, y tengo que ir paso a paso.
-Te llevo al ámbito nacional, ¿qué sensaciones te dejó la Generación Dorada, y cómo ves a la nueva camada de jugadores en la Selección?
-Para con la Generación Dorada no hay palabras, fueron años de admiración increíble a todos esos jugadores que dejaron a Argentina muy bien parada a nivel mundial y con una vara muy alta para los chicos que siguen ahora. Tanto Emanuel Ginóbili, como Luis Scola, Carlos Delfino o el Chapu Nocioni, por citar los más importantes, le dieron todo a la Selección tanto su talento como garra y corazón ante los rivales más difíciles, y va a ser complicado igualar esas marcas, pero creo que los jugadores de ahora tienen ese hambre ganador que los caracteriza y van a alcanzar logros importantes.
Nicolás Vía, 2°B, Turno Mañana