Mucho se habla del nuevo formato que presenta la Superliga Argentina de Fútbol, desde la administración, televisión y lo relacionado al deporte en sí. Para comenzar se puede hacer una similitud, en cuanto a la administración, con la Liga de España. Aquí, se ha formado una organización que posee sus propias autoridades externas a la AFA, siendo su presidente Mariano Elizondo. En España sucede algo parecido ya que aparece la Liga de Fútbol Profesional (LFP) que maneja y organiza la Primera y Segunda División de forma privada aunque en coordinación con la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). Por ende, ambas asociaciones ordenan la primera y segunda división de su país, mientras que las otras dos (AFA Y RFEF) se encargan de las demás categorías y sus respectivas Selecciones Nacionales.
Por otro lado, en cuanto al reparto de dinero por las transmisiones de los partidos para cada club, la Superliga no cambió la manera de realizarlo y se continúa otorgando en tres escalas, la primera para River y Boca, en segundo lugar para Independiente, Racing, San Lorenzo y Vélez y en tercer lugar los 20 equipos restantes. Ahora, si se lo compara con los ingresos en las principales ligas europeas suceden distintas situaciones. En la Premier League se toma en cuenta los ingresos por cada partido respecto de la cantidad que fueron transmitidos en Inglaterra, luego por la clasificación final en la tabla y por último los ingresos por transmisiones internacionales que es igual para todos los clubes. Sucede algo parecido en España y Alemania con respecto al reparto dependiendo de la posición en la tabla. En “La Liga” un 50 por ciento se distribuye en partes iguales y la otra mitad dependiendo del puesto conseguido. Y, en la Bundesliga, se toman en cuenta las actuaciones de los últimos cinco años. Más allá de esto, el modelo de distribución en Argentina continúa siendo materia de discusión y es probable que en poco tiempo se modifique.
Por último, resta comparar desde el punto de vista del formato de juego. Lo primero a resaltar es que es un torneo largo con duración desde agosto hasta mayo. Esto es lo único que se puede relacionar con las principales ligas, ya que estas, se realizan a dos rondas y tienen tres descensos por la misma cantidad de ascensos; a diferencia del torneo doméstico, que se disputa todos contra todos en una sola rueda y tiene cuatro descensos por dos ascensos. Acá, aún se está intentando acomodar a un formato más prolijo por lo que tomará algunos años amoldarse al utilizado en Europa.
Fernando Mariotti