La revolución electrónica que supo atrapar a millones de personas amaga con pisar fuerte a nivel mundial. ¿De qué se trata? De los E-Sports, es decir, competencias virtuales. Desde hace años, los campeonatos (y hasta mundiales) de videojuegos han llamado la atención de espectadores de todo el mundo; con el League of Legends como el pionero de esta locura y seguido por otros juegos, como el FIFA y PES, en los últimos días se ha hablado de la posibilidad de que en París 2024, los Gamers tengan su lugar en los Juegos Olímpicos. Tony Estanguet, copresidente del Comité de candidaturas de París 2024, se reunirá con el Comité Olímpico Internacional para conversar sobre la posible inclusión de los mismos. Por su parte, el Consejo Olímpico de Asia incluirá varias competiciones de videojuegos en el programa oficial de los Juegos Asiáticos de 2022, que se celebrarán en Hangzhou, China. Para tomar una dimensión del movimiento mundial que genera este fenómeno, basta con prestar atención a lo siguiente: U$S 978 tuvo que invertir Amazon para quedarse con los derechos de retransmisión de partidas en directo vía Twitch, mientras que, por otro lado, Newzoo, una compañía especializada en mercado digital y juegos, espera que los deportes electrónicos generen un ingreso aproximado de U$S 700 millones en todo el mundo y que para 2020, el monto aumentará a U$S 1500 millones.
Gabriel Peirano, miembro de un equipo de Players Unknown Battleground y streamer del equipo Axxis E-Sports, se mostró feliz por la noticia y confesó: “Creo que está bien la inclusión de los E-Sports; también son una forma de entrenamiento mental. Para que un jugador entre a la Liga necesita reflejos, estudiar las mecánicas del juego y en qué se basa. Los jugadores profesionales que se dedican a esto pasan entre 6 y 8 horas entrenando, tienen un couch que sabe mucho del juego y les transmite su conocimiento. Es un impulso más para una industria que está creciendo: los juegos son algo que no se va a terminar nunca, aparecen consolas nuevas y juegos a diario, la tecnología se moderniza cada vez más. Hay mucha competencia dentro de este ámbito, a cada momento aparecen nuevos streamers (jugadores que transmiten la partida) y muchas veces muestran el juego antes de que salga a la venta”. Además, contó qué le puede aportar a los Juegos: “Mucha gente que no conoce este ambiente lo va a empezar a ver por los JJ.OO y va a querer ser parte, y es difícil salir perdiendo en este negocio. Si apostás por un streamer y llegan a un acuerdo, él puede conseguir miles de seguidores (que cierto dinero le llega al apostador) a cambio de un sueldo. Todos ganan”.
Una muestra del dinero que maneja este tipo de competencias son los premios que se reparten en el Fifa Interactive World Cup: Ganador: 200.000 USD; Subcampeón: 40.000 USD; Tercer y cuarto puesto: 5.000 USD; Del 5º al 8º puesto: 2.500 USD; Del 9º al 16º puesto: 1.000 USD. Sumado a esto, el campeón de cada edición tendrá el honor de asistir a la entrega de los premios FIFA, donde se premia al mejor jugador de la temporada. ¿Será el inicio de un gran negocio?
Sebastián Bezzerri, Santiago Scarabelli y Cristian Seco