Para muchas personas, volver al hogar se transforma en una pesadilla interminable al ingresar a un vagón del tren. Se calcula que alrededor de 400 mil habitantes utilizan este transporte para ir a trabajar diariamente. Numerosos reclamos se reciben a diario por el mal servicio que brinda este medio público. Además por las escasas formaciones que se utilizan, ya que comparado con el subte quintuplica los tiempos de espera: 3 contra 15 minutos de diferencia entre cada servicio. Sin embargo, las personas hacen su «aporte» al ensuciar arrojando desperdicios en el interior de los coches, lo cual genera más tardanza en el servicio.
Ante estas problemáticas, el Estado invirtió gran cantidad de dinero para mejorar las vías, los cables y los vagones para brindarles a los ciudadanos un viaje más cómodo. Ya se encuentran en funcionamiento los nuevos vagones de dos pisos para que entren más personas principalmente en el ramal del Sarmiento; a otros se les agregaron furgones más amplios porque son sectores exclusivos para los que suben con su bicicleta. Además se dispuso seguridad privada para evitar robos y disturbios en las formaciones. El gobierno actual puso tanto hincapié en poderlo mejorar que hasta realizó las obras necesarias para que vuelva funcionar el tren que comunica Capital Federal, más precisamente Constitución, con uno de los centros más turísticos en nuestro país, Mar del Plata. Además, se rehabilitaron los servicios hacía Chascomús y otras estaciones que habían quedado en el olvido.
Otro beneficio para todos los usuarios es la posibilidad de descargar una aplicación en sus teléfonos celulares, llamada ·Trenes en Directo», que brinda información, más precisa y actualizada de los próximos arribos de la formaciones y otras, o si hay demoras u otros inconvenientes. Se puede adquirir gratuitamente en Play Store y App Store.
«Las estaciones y las formaciones están muy lindas, a mí me da gusto viajar, además el constante recorrido de los chicos de seguridad por los vagones, me hace sentir más segura», contó Karina, una pasajera del Roca que se dirigía a Berazategui.
La contra cara fue Franco, un joven trabajador que reside en el barrio de Moreno y comentó: «Es imposible viajar a la salida del trabajo para mi casa. Un aglomerado de personas, el tren va lento y se hace odioso muchas veces».
Noelia Boschiero y Facundo Olguin