La selección argentina de vóley finalizó un 2017 cargadísimo de competencias, con el objetivo cumplido de la clasificación al Mundial de Italia-Bulgaria 2018, en lo que será su undécima participación consecutiva. Santiago Darraidou, en el cierre de la temporada, analizó su año y el del equipo dirigido por Julio Velasco, en diálogo con Pirámide Invertida.
“El balance para mí no fue malo, se le ganó a potencias como Brasil y Bulgaria”, comentó el experimentado opuesto de Sarmiento de Resistencia. «Fuimos de menor a mayor y terminamos la Liga Mundial a un muy alto nivel con los partidos en Argentina», destacó.
Luego de la Liga Mundial, los jugadores argentinos aprovecharon el parate para realizar una buena preparación de cara a la triple competición que se venía: la Copa Panamericana en Canadá, el Sudamericano en Chile y el Pre Mundial en Jujuy y Salta, en ese orden.
Los buenos resultados no tardaron en llegar, ya que lograron salir campeones del Panamericano, perdiendo apenas un set en cinco partidos y llegando a punto para el Campeonato Sudamericano en Chile que otorgaba una plaza al Mundial. Sin embargo, en este torneo continental, la Selección vivió su momento más difícil del año cuando perdió con Venezuela en semifinales de una competencia donde el rendimiento no fue el esperado. “Un poco quedó opacado el título por la derrota contra Venezuela en el Sudamericano, un traspié que no esperábamos. Jugamos un mal partido y eso ensució el año”, expresó el más veterano del plantel y que disputó el Mundial de Argentina en 2002, y agregó: “Fue un torneo que hasta los primeros partidos los jugamos mal, ante Perú y Uruguay. Mucho no se sabe pero ese día contra Venezuela hubo 5 intoxicados: Luciano De Cecco, Sebastián Solé, Cristian Poglajen, Pablo Crer y yo. Pero no es excusa, jugamos mal igual y no aprovechamos las oportunidades. Ya contra Chile, con la presión tras la derrota inesperada, jugamos bien, demostrando que éramos superiores”.
Finalmente, Argentina viajó a Jujuy y Salta con el Mundial como única meta y derrotó a Chile 3-1 y a Venezuela 3-0 para ganarse su plaza. No obstante, Santiago Darraidou, a sus 36 años, no cree tener chances de ser uno de los que viajará a Italia y Bulgaria: “En lo personal me veo muy lejos del Mundial. Mi convocatoria fue para ocupar un lugar para reemplazar algún puesto por lesión y terminé jugando bastante, mucho más tiempo de lo que pensé que jugaría durante el año”, y señaló: “Ahora estoy comenzando la temporada con mi club, pienso en eso y lo voy a seguir haciendo los próximos meses. Dependiendo de mi rendimiento y mi físico, podré o no tener la oportunidad de ser convocado”.
Para terminar, en lo que fue una especie de despedida, el opuesto dijo: “Este año fue raro, una especie de regalo, aunque nunca nadie me regaló nada, pero sí una alegría muy grande. Le agradezco a todo el grupo que siempre peleó y luchó”.
Con esta clasificación, Argentina se convirtió en el 16° país con plaza asegurada para el próximo Mundial, que hasta ahora compartirá con los locales Italia y Bulgaria, Polonia (campeón defensor), Brasil, Serbia, Holanda, Eslovenia, Rusia, Finlandia, Francia, Australia, Bélgica, Japón, China e Irán.