Adrián Centurión vive en el barrio de Pompeya, esta casado, tiene dos hijos y desde hace ocho años es taxista. Y en diálogo con Pirámide Invertida expresó sus sensaciones con respecto a la llegada de Uber al país.
–¿Qué sensaciones te generó que Uber llegue a la Argentina?
-Primero y principal, la sensación primera es que me estaban robando el trabajo. Uber está compuesto por gente que no es idónea en el tema, no tiene ninguna capacitación para trabajar en este mismo rubro en el que yo ejerzo yo desde hace 8 años. Vino y directamente me robó el trabajo.
-¿Por qué decís que te robó el trabajo?
-Porque es gente que no está preparada para el tema, muchachos que se anotaron de la nada a tratar de hacer el mismo trabajo que hacemos nosotros, que tenemos una preparación y estamos con los coches habilitados.
-¿Qué es Uber para vos?
-Uber es un sistema que se mete en todos los países de forma ilegal, atacando directamente a los taxistas, sea en Argentina, en Sudamérica o en otros lugares, como Francia, y de esta forma irrumpe con cantidades de coches a trabajar y pretende hacer un trabajo que no sabe hacer y que hacemos nosotros desde hace muchos años.
-¿Qué diferencia hay entre Uber y la aplicación BA TAXI?
-Para mí es una aplicación que toma o conoce gente que viaja frecuentemente, o porque lo ha conocido en otro país. Pero es una aplicación nada más. Quizá la gente llama por comodidad, como puede llamar a un radio taxi o ir a una parada de taxis.
-Después de más de un año de discusión sobre la legalidad o no de Uber, el juez Luis Zelaya desestimó la denuncia penal realizada por el sindicato de peones de taxis contra chóferes de Uber, alegando que se trata de un tema comercial. ¿Qué opinión tenés al respecto?
-Yo creo que a Uber lo trajo el gobierno de turno; cuando llegó el presidente de los Estados Unidos -en ese momento era Barack Obama trajo con él sus empresarios y esta aplicación nació con ellos.
-Pero si lo trajo el gobierno de turno, ¿por qué inmediatamente el Gobierno de la Ciudad salió a pedir el cese de las actividades?
-Es como si fuese una empresa encubierta, para mí no hay con qué darle, es una empresa avalada por el Gobierno de turno y el Gobierno de la ciudad de Buenos Aires.
-Entonces el alegato del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, ¿fue más que nada para “dejar contenta a la gente”?
–Sí, exactamente. Para que en cierta forma se queden tranquilos.
-¿Te sentís representado por Jorge Omar Viviani, autoridad máxima del sindicato de peones de taxi?
-La verdad, con lo que está pasando ahora, yo como dueño de taxi no me siento identificado con él. Creo que no es la persona idónea que nos tendría que estar respaldando, hoy por hoy lo que veo es que estamos un poco divididos y lamentablemente eso hace que a veces haya enfrentamientos entre los mismos taxistas. Pero no estamos bien representados por esta gente.
-¿Considerás que esa división que marcás permitió que ingresara una empresa como Uber?
-Uber va más allá. Lamentablemente, siempre hubo una división entre peones y dueños.
-¿Alguna vez se te cruzó por la cabeza vender tu licencia y pasarte a Uber?
–No, nunca, por que para mí el taxista es un emblema de la ciudad de Buenos Aires. Y yo me hice taxista gracias un hombre que fue taxista y con eso banco a toda su familia siempre. Un emblema para nosotros es el señor Cacho Luna.
-¿Creés que es posible que Uber se extienda en el país más allá de la Ciudad de Buenos Aires?
–Si estamos unidos, no creo que sea posible. Pero necesitamos una unión más grande para tratar de frenar todo esto, porque nos está dejando sin trabajo a nosotros, nos ha bajado un 35% la recaudación.
-¿Considerás que las protestas de los taxistas en contra de Uber sirvieron de algo?
-Yo creo que sí, pero deberíamos tener más fuerza en la parte legal, abogados un poco más duros, que no se rindan tanto ante esta aplicación o a lo que dice el Gobierno, que dice que nos defiende pero tampoco me siento identificado con ellos.
–¿Cómo se hace para salir todos los días a la calle contra un servicio que inicialmente es un 35% más barato?
-Hay una gran parte que lo estaba cubriendo el mismo servicio de Uber, dando servicios gratuitos, ya sea con personas o con empresas, cosas que el taxista común no puede hacer. Nosotros prendemos el reloj y lo que marca el reloj es lo que vale el servicio. Además tenés los gastos del auto y personales por más que uno siempre intenta abaratar gastos.
-¿Creés que es posible que en algún momento puedan coexistir los taxistas y los trabajadores de Uber? ¿Qué creés que es necesario para que esto ocurra?
-Yo como taxista no lo veo posible. No puedo soportar que hagan un trabajo que hacemos nosotros y ya en su momento permitimos que ingresaran los remises, que en su mayoría son ilegales. Y ya con Uber han pasado muchas cosas. Yo no sé la gente que más pretende que pase, no están habilitados, no tienen seguro acorde a la circunstancia, los chóferes no tienen registro profesional, capaz que hay chóferes de Uber que estuvieron presos debido a problemas de conducción.
-Y por último: en caso de que Uber esté en igualdad de condiciones que los taxistas, ¿pensás que tu rubro aceptaría a esta empresa?
-Tendría que aceptarlo, porque en igualdad de condiciones pelearíamos los dos con la mismas armas, sería un taxista con un auto particular.
Milton Feijoo y Gabriel González