Con tan sólo 17 años, Nicolás Villalba es más que una promesa para los eSports (deportes electrónicos) nacionales. Su habilidad con el joystick lo lleva a ubicarse entre los mejores 8 jugadores del mundo del FIFA 17 en PlayStation 4. La nueva Era de «deportistas» ya tiene a un argentino en la cumbre.
A fines de julio, Nicolás participó en la Final Regional Americana de la FIFA Interactive World Cup (FIWC), en donde consiguió un pasaje a Londres para disputar el Mundial del torneo oficial del juego de fútbol más popular del planeta. En tierras británicas, Nicolás quedó ubicado en el grupo A, lleno de grandes nombres reconocidos del ambiente de las consolas. Allí se alzó con el segundo lugar tras conseguir 4 victorias, 2 empates y 1 derrota. Sin embargo, el enfrentamiento en la fase de eliminación con el alemán “Mo_Aubameyang” no resultó de lo mejor para el argentino. Si bien logró ganar 4-1 el primer partido, el segundo fue un cúmulo de errores que el germano supo aprovechar, apoderándose del juego 5-0 y llevándose la serie.
“Por un lado estoy satisfecho porque estuve en el grupo de la muerte y a nivel de nombres estaba afuera, pero pude pasar y eso me dejó contento. Por otro lado, yo sabía que podía llegar a mucho más, hasta una final. Los dos finalistas de PS4 fueron los dos rivales que me empataron en la última jugada”, comentó Villalba en diálogo con Pirámide Invertida. Si bien la teoría en base a los resultados definitivos del torneo proyectaba un posible mejor final para el porteño, tendrá que esperar si quiere tomarse revancha.
Sus comienzos en los juegos de fútbol fueron por ocio, aun cuando la PlayStation 2 reinaba en el mercado. En aquél tiempo, Villalba recuerda jugar más al PES (Pro Evolution Soccer), ya que el juego creado por la desarrolladora KONAMI, era el más habitual y práctico en dicha consola.
Con el recambio generacional de las consolas y la llegada de la PlayStation 3 a las tiendas, Villalba decidió seguir a quienes aseguraban que FIFA, como juego, se había vuelto superior a su histórico competidor. Lo comenzó a jugar y así comenzaría a adquirir experiencia vital para su juego. «Soy bastante nuevo es esto de los competitivos. Mis primeros torneos fueron de comunidades pero obviamente participaban los mejores de Argentina”, cuenta. Y agrega: “Más adelante participé en la ESWC (Electronic Sports World Cup), que es el torneo que todo jugador quiere ganar a nivel nacional, ya que el ganador representa al país en la ESWC Internacional”
Como campeón de la ESWC Argentina de 2016, Nicolás tuvo el privilegio de viajar a París (Francia) con el objetivo de codearse con los mejores. Pero si bien el clasificatorio lo había ganado en Play4 y jugando al FIFA 16, el encuentro internacional se disputó en el FIFA 17 de Xbox One. “Realmente fue complicado pasar de un joystick a otro. Es otro mundo, además nunca había jugado con uno de Xbox”, recordó. Allí, el actual jugador de Kitsune eSports finalizó 5to en su grupo y no logró pasar a la fase final.
El saber que es uno de los mejores jugadores en la escena nacional y mundial no le juega en contra a Nicolás: “En ningún momento me siento con presión. Siempre estoy tranquilo tratando de hacer lo mío a mi mejor manera. Tampoco hay que volverse loco al punto de que el querer ganar nos juegue en contra”
Ya para comienzos del 2017, Villalba participó de una pequeña liga de FIFA organizada por TyC Sports, que reunió a los mejores jugadores argentinos, en donde concluyó segundo tras caer en la final.
Nicolás, quien llamó a su equipo virtual “nicolas99fc”, declaró que “no tengo un estilo de juego que me identifique, eso se ve dependiendo del rival […] Hay que jugar a lo que al rival le cuesta, aprovecharse de esas debilidades”. Ahora su mente está focalizada en la fase final de la segunda liga organizada por TyC Sports. Luego buscará coronarse nuevamente como campeón de la ESWC y lograr por segundo año consecutivo el pase a París, aunque el torneo aún no tiene confirmación de existencia en nuestro país para esta temporada. Otro ítem al que debe apuntar es a lograr la clasificación a la próxima FIWC.
Por Diego Amaya