Según datos del Ministerio de Seguridad de la Nación, la tasa de hechos delictivos fue de 3.750 cada 100.000 habitantes en 2015, lo cual representa un aumento del 10% comparado con el año 2008. Son datos que reflejan que en los últimos 10 años la situación ha ido empeorando; los robos, secuestros y hasta muertes ya son temas cotidianos de nuestras vidas.
Pero no sólo los sectores más pobres se vieron afectados por la ola de delincuencia; también los más ricos, como en los casos del juez de la Corte Suprema Héctor Negri, a quien le desvalijaron la propiedad que justamente se ubica enfrente de la casa del intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, o el del presidente de River Plate, Rodolfo D’Onofrio, que fue asaltado por cuatro motochorros en la zona de Palermo a plena luz del día.
A pesar de los refuerzos policiales, la implementación de Gendarmería en las villas de emergencia y la creación de la policía local, la situación no ha cambiado. Según la pagina web elpaísdigital.com.ar, un sondeo realizado por el Centro de Opinión Pública (Copub) de la Universidad de Belgrano muestra que para el 33% de los porteños la inseguridad es el problema de principal importancia.
Para tratarlo, el jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, implementaré el Sistema Integral de Seguridad Pública, que incluye la formación de la nueva Policía de la Ciudad, el fortalecimiento de la presencia policial en las calles y la integración de las últimas herramientas tecnológicas e informativas.
Esta problemática golpea a toda la sociedad y es uno de los grandes desafíos en el futuro inmediato. Es un problema que debe ser tomado desde la raíz, porque son los sectores más marginados los que más lo sufren.
Francisco Nahuel Romero