Estamos en la época de boom de las mascotas de compañía y hay gente que lleva a su fiel compañero a donde vaya. Pero una nueva polémica se origina con la última decisión de la aerolínea Iberia de prohibir el transporte de animales en las bodegas de los aviones. El sitio web de la empresa explica que “corren un mayor riesgo de sufrir golpes de calor y trastornos respiratorios cuando se exponen al estrés o a altas temperaturas”.
La verdad es que si volar es en ocasiones una experiencia estresante para nosotros que podemos comprender todo lo que ocurre y ocurrirá (las turbulencias, por ejemplo), un animal tratado como un equipaje suena terrorífico: viajar a oscuras, escuchando el estruendo de los motores (sobre todo en el despegue y aterrizaje), circular por la pista a temperaturas extremas y dentro de una pequeña jaula, las eternas esperas en caso de retrasos, la apertura de las puertas al ambiente frío o caluroso en tierra son una cantidad considerable de factores a la hora de criticar a la aerolínea española.
Los datos, desgraciadamente, parecen darle la razón a Iberia. Según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, 189 animales murieron en vuelos comerciales entre 2005 y 2011.
¿Qué hacer, entonces? Cuidemos la integridad de nuestros fieles compañeros evitando esos viajes aéreos en los que tan mal la pasan.
Nicolás Albino y Martín Feijóo