El ascenso argentino conoce de millones de testimonios parecidos a este. Es lo que lo hace tan cautivante. No lo es el espectáculo ofrecido en el campo de juego (aunque suele haber campeonatos muy reñidos y definiciones para el infarto) sino todas las historias que rondan detrás de los protagonistas.
La definición de la Primera D fue agónica. Ituzaingó llegó a la última jornada con 1 punto de diferencia sobre Leandro N. Alem en la tabla de posiciones. Mientras Alem derrotaba con contundencia a Puerto Nuevo por 3-0, el León no podía con Liniers y parecía que todo el esfuerzo realizado durante el año iba a quedar ahí. Pero un penal en el último minuto le dio la victoria 2-1 y desató la euforia en Ituzaingó que volverá a la Primera C luego de tres años.
La historia en este caso se remonta al ideador de este equipo: Diego Oyoroa, su director técnico. Ex futbolista, debutó en Ituzaingó en el año 2001 en la B Metro. Tuvo pasos por Almagro, Berazategui y Juventud Unida, para luego volver al León y retirarse tempranamente de la actividad en 2012 jugando para Yupanqui.
En ese momento, Oyoroa compartía su pasión por la redonda con su verdadera profesión. Se desempeñaba como profesor de educación física para discapacitados en el Cotolengo Don Corleone, además de dar clases en colegios. Luego de eso, comenzó a entrenar a las divisiones juveniles de Ituzaingó.
Todo esto hasta que la temporada pasada Walter Fiori se hizo cargo de la primera del club y lo llamó para ser su ayudante de campo. Ese fue el momento en que decidió renunciar a sus horas como docente para poner la cabeza de lleno en la dirección técnica. Se sabe que en la categoría son muchos los partidos jugados entre semana y la reprogramación de los mismos puede variar. Meses después Fiori, quién lo ubicó en el puesto, emigró hacia Perú y el cargo de director técnico recaló en Oyoroa.
En el momento de renunciar a sus horas como profesor, el joven técnico de 34 años tuvo que salir en busca de otra salida económica, alguna que le permita flexibilidad y libertad en los horarios. Oyoroa realizó una inversión y comenzó a manejar un taxi. “Invertí en una actividad nueva para mí, que es manejar un taxi. Con eso voy estructurando lo laboral para ir en busca de mi gran sueño que es poder vivir como entrenador de fútbol”, le comentó el técnico campeón de la Primera D al diario Olé.
El futuro dirá hasta dónde podrá llegar este joven entrenador con grandes aspiraciones, que dejó su verdadera vocación para poder dirigir. Por el momento se encuentra abocado a conformar el plantel con el que intentará dar pelea en la Primera C. Porque Oyoroa cargó a todo su equipo al taxi y logró conseguir el tan ansiado ascenso para Ituzaingó.
FRANCISCO FERNÁNDEZ 2° A – TURNO MAÑANA