Encontrar un lugar donde estacionar el auto en la ciudad de Buenos Aires es una verdaderas odisea porque normalmente están todos los lugares cubiertos, o señalados para ambulancias si hay que ir a los hospitales y centros de salud, además de que no se puede aparcar el vehículo en doble fila en muchas avenidas, o en paradas de taxis o colectivos, que son muchos en la Capital. Por eso, el gobierno porteño hace algunos años implementa el estacionamiento medido, por el cual, por medio de una máquina que da tickets, el automovilista puede conseguir su lugar donde acomodar su vehículo.
El estacionamiento medido funciona tanto en el micro como en el macro centro de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires por medio de 144 máquinas tickeadoras que controlan unos 86.768 de los 334.654 espacios disponibles que hay para estacionar y no cuentan con un tiempo límite. Operan de lunes a viernes de 8 a 21 y los sábados desde las 8 hasta las 13; los domingos será gratuito.
La forma de utilizar el lugar de aparcamiento es muy simple: el dueño del auto solamente debe ir a cualquiera de las dos mil terminales multipropósito que hay, ingresar el número de patente, su ubicación y luego pagar la tarifa correspondiente, así queda habilitado para el estacionamiento.
Existen tres tipos de tarifa: la Progresiva 1, la cual irá aumentando cada una hora y en la que los residentes pagan la mitad. Este arancel funciona en lugares donde hay mayor demanda de lugares para estacionarse. La Progesiva 2, cuyo precio es el mismo que el anterior, aunque en éste, estacionar será gratuito para los residentes a 300 metros a la redonda. Por último, la Tarifa Simple, en la cual los visitantes pagan un precio que no varía y los residentes utilizan los sitios de detención para los transportes particulares sin abonar nada.
Osmar Vallejos, Facundo Sotelo y Diego Oliva