El año 2018 tendrá como gran protagonista a China en lo que concierne a la ciencia: el gigante asiático tiene planeado enviar una nave tripulada a la parte más alejada de la Luna, la cara que no da contra la Tierra; en otras palabras, el lado oscuro del satélite.
El Chang’e-4 será la primera nave espacial que lleve tripulantes a la región de Mons Rumker, una aislada formación volcánica ubicada en el noroccidente del satélite. Para fin del año 2016 los científicos enviaran la sonda china Chang’e-5 que extraerá suelo lunar para investigar en la Tierra.
Liu Jizhong, director del Centro de Exploración Lunar e Ingeniería Espacial de la Administración Nacional del Espacio de China (ANECh), resaltó que la exploración ofrecerá oportunidades de cooperación internacional. Cuando se presentó el proyecto en el año 2016, 20 países presentaron propuestas para colaborar. También destacó la idea de construir la Aldea Internacional de la Luna, un asentamiento en el astro, objetivos ambiciosos a largo plazo del país chino.
“Nos enfocaremos en la región del Polo Sur de la Luna. La investigación sobre el agua y sobre el área de sombra permanente de la región del Polo Sur traerá descubrimientos científicos aún más grandes», aclaró el director.
China realizará en el corto plazo un paso importante para la ciencia contemporánea. Todo elemento desconocido marca un antes y un después en la ciencia, pero este evento promete revolucionar el estudio espacial.
Franco Niccolini, Lucas Soto y Lautaro Escobedo