Esta historia es una de esas difíciles de creer que pasan en clubes del interior de nuestro país. Hoy, es tiempo del cuento de Chaco For Ever, una entidad que surgió de su clásico rival, se topó con la gloria deportiva y mordió el polvo para volver a levantarse.
El Chaco For Ever es el club más grande de Chaco, y uno de los más relevantes en todo el norte argentino. A lo largo de sus 103 años de existencia, ha marcado grandes hitos deportivos tanto en torneos locales, regionales como así también en algunos nacionales.
Nacido por la separación del Club Sarmiento, que luego sería su acérrimo rival, se ubicó en una cancha de lo que hoy es la Plaza España y años más tarde dio forma a su propio hogar, “El Gigante de la Avenida”.
Con el surgimiento de la cancha nueva y varios títulos locales adornando su vitrina, Chaco For Ever vio necesario dar un salto de nivel y comenzó a codearse con los grandes del fútbol argentino, disputando el Torneo Nacional por primera vez en su historia en el año 1967, un logro que repetiría en otras cuatro oportunidades dentro de la misma década, lo que lo convirtió en todo un poderoso de la región.
Además de participar, el blanco y negro no se conformó con eso y consiguió en la temporada 1988/1989 la obtención del Torneo Nacional B tras imponerse a Lanús como visitante, rival que terminaría segundo solo dos puntos por debajo del gigante chaqueño. Con esto, se transformó en el primer equipo del Chaco en ganar un torneo nacional, y el único en alcanzar la máxima de nuestro fútbol en los formatos actuales.
En Primera División permaneció durante dos temporadas, y luego, como en muchos otros casos que ya hemos contado, se vino la caída rotunda. En solo tres años, el negro estaba jugando en el Torneo Argentino A, y cuando todo parecía que iba a terminar en catástrofe, se repuso para volver al Nacional B en el 1996. En la segunda categoría estuvo otras dos temporadas, pero iba a tropezar nuevamente, esta vez para caer definitivamente.
El 1998 no lo encontró en el Argentino A como correspondía por bajar del Nacional B, si no que la dirigencia optó jugar exclusivamente la liga local. Tal era la crisis que azotaba a Chaco for Ever, que ese mismo año se decretó su quiebra. Ahora si parecía que el gigante estaba de rodillas…
Así permaneció hasta el 2010, jugando la liga local y entrando al Torneo Argentino B sin cumplir grandes papeles. A pesar de esto, el nacimiento de una nueva década trajo consigo el alivio para miles de hinchas que vieron como su club se levantaba de la quiebra y mostraba que volvía a enderezar el rumbo. Tal es así, que le bastaron dos años para volver a la tercera división del fútbol argentino en el 2013, cuando venció a Juventud Unida de San Luís por penales.
Hoy, cuatro años más tarde, Chaco For Ever continúa en el Federal A, pero por sobre todas las cosas, de pie y peleando. Así el equipo más popular de la provincia estará más cerca de dar un nuevo golpe sobre la mesa para escribir otra hazaña de las que hicieron rica su historia.
Paulo Recari – 2º «A» TM