Para el pronóstico de lluvia con un día de antelación, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) tiene una tasa de acierto de entre el 73% y el 83%. Es decir que en promedio, cada cuatro pronósticos tres son acertados y uno, errado. A partir de noviembre de este año, la Argentina será beneficiada por el GOES-R, un satélite meteorológico de última generación que dará más precisión a las predicciones. Así podrá, entre otras ventajas, elaborar con más anticipación los alertas de corto plazo.
El nuevo satélite es estadounidense y en estos momentos está a prueba, pero comenzará a ser operativo dentro de cinco meses, cuando se denominará GOES-16. La NASA lo lanzó con éxito el 19 de noviembre del año pasado en la estación de la Fuerza Aérea de Cabo Cañaveral. Ahora está actuando el GOES-13 y el cambio ofrecerá un gran salto tecnológico a la región.
¿Cuáles son las grandes diferencias con el anterior? Uno de los avances más importantes es que ahora se tendrán imágenes de todo el territorio cada 15 minutos. Uno de los instrumentos principales del GOES-R es el ABI (Advance Baseline Imager), que cuenta con 16 bandas espectrales diferentes (contra las 5 del GOES actual). El ABI brindará tres veces más información, aumentará cuatro veces la resolución espacial y la cobertura temporal será 5 veces más veloz que el sistema actual.
Otra herramienta importante es el GLM (Geostationary Lightning Mapper), que no sólo verá los rayos de una tormenta: además, esta nueva tecnología detectará la actividad eléctrica que está dentro de la nube, lo que es importante ya que es ella la que permite medir la intensidad de una tormenta.
Esta información, junto con los radares, resultará vital para que los pronosticadores determinen la intensidad de la tormenta y la región donde puede afectar y, de ser necesario, emitir un aviso meteorológico a corto plazo, que es un alerta de tres horas de validez. Para contar con este servicio, la Argentina deberá invertir 300 mil dólares en una antena parabólica.
Justamente el satélite también ofrece aplicaciones valiosas para la aeronáutica, ya que permitirá mejoras en la detección de nieblas, turbulencia, cenizas volcánicas y riesgos naturales como incendios. El del GOES-R es un paso más en el avance de la nueva generación de los satélites que, según los científicos, continuará con el GOES-S en marzo del 2018, el T en 2020 y seguirá con el U en 2025.
Santiago Nicolás Carullo