El jamaiquino Usain Bolt, corrió su última carrera en su país y ganó en su especialidad, en el estadio Nacional de Kingston. Luego del Mundial de agosto, dejará las pistas.
Bajo la ovación de 30.000 personas, el mejor del mundo eligió el Racers Grand Prix para despedirse de Jamaica. En la competencia, obtuvo la victoria en los 100 metros con un tiempo de 10.03 segundos. «Creo que nunca estuve tan nervioso antes de una carrera. Ha sido una de mis peores carreras. Pero no estaba preocupado por el tiempo, sólo quería competir delante de mis fans», contó el velocista luego de su actuación. Tras ganar la prueba se arrodilló y beso la línea de meta. Luego recibió un trofeo de su querido entrenador, Glen Mills.
Usain Bolt es el dueño del récord mundial en 100 y 200 metros llanos con un tiempo de 9,58 y 19,19 respectivamente. Además el hombre más rápido del mundo participó en los Juegos Olímpicos de Pekin 2008, Londres 2012 y Rio de Janeiro 2016. En los cuales ganó 8 oros divididos en las tres pruebas que compitió (100m, 200m y 4x100m). En 2012 logró un nuevo récord olímpico (9,63) en 100 metros llanos y con su marca en los 200m, se convirtió en el primer atleta en ganar oro en dos juegos consecutivos.
El Golden Spike de Ostrava, en República Checa, el 28 de junio, será uno de sus últimos trabajos. «El meeting de Ostrava siempre ha sido una de las primeras reuniones que pongo en mi calendario cada año y estoy feliz de anunciar que competiré allí por la novena y última vez el 28 de junio de este año», confirmó el hombre más rápido del mundo.
«Creo que fue el primer encuentro profesional que me invitó a correr al inicio de mi carrera y es apropiado que yo regrese allí en mi última temporada», declaró el ganador de 8 medallas de Oro y 11 campeonatos mundiales.
El adiós definitivo para Usain Bolt será en el Mundial, que se disputará en Londres desde el 4 al 13 de agosto. Su última carrera será el 12, nueve días antes de cumplir los 31 años, en las pruebas de relevos por equipos. Seguramente, la estrella se va a retirar como lo merece.
Nicolás Mariño