Hay muchas maneras de venir al mundo, pero hacerlo en un avión es sin duda, una de las más inusuales. Nafi Diaby, de 28 años, dio a luz a su hija, Kadiju, cuando volaba en un avión de la aerolínea Turkish Airlines, desde Conakry, Guinea, hasta Ouagadougou, Burkina Faso.
“Las asistentes de vuelo notaron que la joven estaba sufriendo de dolores de parto cuando la aeronave se dirigía hacia Burkina Faso y de inmediato se apresuraron a darle asistencia, con la ayuda de otros pasajeros”, informó la empresa turca mediante un comunicado.
La madre y la recién nacida fueron llevadas al hospital inmediatamente, una vez que el Boeing 737 aterrizó en Burkina Faso, y desde ese lugar se reportó que se encuentran en perfecto estado de salud.
Sin duda, una gran historia de vida para el recién nacido y toda su familia, pero cuando una mujer realiza el parto sobrevolando un avión, la nacionalidad que adoptará el recién nacido puede llegar a ser un problema.
En este contexto aparecen dos disyuntivas: el principio “iu sanguinis” (derecho de sangre), que consiste en que el niño/a reciba la nacionalidad de sus padres; y la otra norma, llamada “ius soli”, que plantea lo contrario. Esta consiste en el «derecho de suelo», es decir que el bebé que nace a bordo de un avión tendrá la nacionalidad del territorio sobre el que está volando.
Sin embargo, hay aguas en el mundo que no pertenecen a ninguna nación y por ese motivo se debe recurrir al origen del avión cuando suceden situaciones de ésta índole. Según los artículos 17 y 21 de la Convención Internacional sobre Aviación Civil de 1944, los aviones tienen la nacionalidad del país en el que fueron registrados.
Aún se desconoce si la empresa de origen turco preparará algún tipo de regalo hacia la recién nacida. Pero como antecedente, en octubre de 2015 una bebé que nació en un vuelo de la aerolínea Jazeera Airways hacia Egipto recibió pasajes gratis junto a su familia hasta que ella cumpla 18 años.
En algunos casos, algunas pocas aerolíneas les concedieron a los recién nacidos viajes gratis para el resto de su vida. Las únicas que lo han hecho son Thai Airways, Asia Pacific Airlines, AirAsia y Polar Airlines.
Diego Oliva, Facundo Sotelo y Osmar Vallejos