Las tendencias del momento nos llevan a tratar de cumplir con dietas y estilos de vida cada vez más saludables. Pero hoy en día también es probable que mucha gente divida su tiempo en un 50/50 entre su hogar y su oficina. A veces es tanto el tiempo que pasamos en nuestro trabajo (o dedicándonos al estudio) que nos olvidamos de comer o ingerimos lo primero que veamos, que no suele ser lo más saludable. Pero aunque parezca difícil, estas malas costumbres se pueden combatir siguiendo unos prácticos consejos.
Por ejemplo, hay que tratar de promover los hábitos saludables en nuestro ámbito de trabajo, como puede ser tener una bandeja con frutas en el escritorio. También es aconsejable buscar algún compañero con las mismas metas para poder ayudarse mutuamente a cumplirlas.
Las colaciones son una parte clave de cualquier dieta; es importante tenerlas preparadas e ir variando, para no aburrirse. Cualquier tipo de fruta es recomendable además de la fruta fresca y mejor si se acompaña con un yogur descremado. Al consumir estas colaciones también tenemos que intentar evitar el clásico «picoteo» de masitas, facturas y otros (sobre todo de las harinas) y el hecho de comer por aburrimiento o estrés.
A veces también nos olvidamos de un aspecto vital en la correcta nutrición: se trata de la hidratación. No hace falta que estemos todo el día con una botellita de agua a nuestro lado; cualquier tipo de bebida no calórica o infusión (té, café o mate) nos ayuda a estar bien hidratados.
Pero no sólo de dietas va esto de una vida saludable: la actividad física es igual o más importante que la alimentación. Primero es primordial evitar pasar muchas horas sentado; solamente levantarnos unos cinco minutos cada media hora a caminar o estirarnos ayuda a activar el metabolismo. Al igual que con las comidas es necesario ser lo más ordenado posible a la hora de planificar qué días ejercitar para reducir el estrés que puede generar la falta de planificación.
Estos simples consejos son más que suficientes para generar un cambio interno y combatir con éxito el sedentarismo y la mala alimentación.
Nicolás Albino y Martín Feijóo