A los problemas que Facebook tiene sobre las publicaciones de violencia y terrorismo, que ya ha comenzado a controlar, se le suma otro de gran importancia. La Comisión Europea le impuso el jueves pasado una multa de 110 millones de euros a la red social por proporcionar información «incorrecta o engañosa» sobre su compra y manejo de WhatsApp.
La empresa de Mark Zuckerberg ocultó en el momento de notificar la adquisición en 2014 que contaba con los avances técnicos necesarios para vincular de manera confiable y automática los datos de los clientes de ambas redes sociales.
«La decisión envía una señal clara a las empresas para que cumplan con todos los aspectos de las normas de fusiones de la UE, incluida la obligación de proporcionar información correcta. Impone una multa proporcionada y disuasoria a Facebook. La posibilidad técnica de vincular las identidades de los usuarios de Facebook y WhatsApp ya existía en 2014 y el personal de Facebook era consciente», explicó Margrethe Vestager, comisaria europea de Competencia.
En este contexto, con todo lo sucedido, la Comisión dictaminó abrirle un expediente a Facebook para que la investigación continúe por si sucede algo más. Varios gobiernos europeos tienen disputas abiertas contra la red social. Francia y Holanda afirman que la empresa infringió en sus normas de protección de datos personales. Mientras que Alemania analiza aplicar multas para redes sociales como Facebook, Twitter o Instagram por la difusión de noticias falsas y discursos que fomenten el odio.
Lucio Castelli, Fernando Mariotti y Marcos Segovia