Es mayormente recordado por ser el Padre de la Liga Nacional de Básquetbol. Sin embargo, el “Ruso”, como lo llamaban sus amigos, es algo más para esta disciplina: logró cambiar la forma de vivir este deporte en el país y consiguió dejar la idea a otros, que hoy son transmisores de los valores que él les enseñó.
“Esta Liga bajo todos los aspectos es cosa brillante. Hay que entender que no es un campeonato que se juega de manera diferente, es una filosofía de vida diferente. Esto está mostrando que la integración del país tiene que ser real y la realidad la está marcando esta nueva filosofía competitiva en la Argentina.” Son las palabras que pronunció León Najnudel en 1985 en el comienzo de lo que fue su mayor logro deportivo: la creación de un torneo de básquetbol que reunía a los mejores equipos y jugadores de todo el país, para hacerlos competir entre sí, mejorando el nivel de exigencia y así, el nivel individual y grupal.
Najnudel nació en Buenos Aires, un 14 de julio 1941 y falleció el 22 de abril de 1998 tras luchar contra una leucemia que lo tuvo a mal traer durante un año. 22 de abril, el Día del Entrenador de Básquet. Murió sin poder ver del todo los frutos de lo que él propulsó para este deporte. Si, todos los logros de la Generación Dorada se lo debemos mayormente a que tuvieron una Liga local competitiva.
Como entrenador, obtuvo un título de Liga Nacional con Ferro, en 1989, dos Sudamericanos de Clubes también con el Verde (1982 y 1983), y una Copa del Rey, liderando al Zaragoza en su único paso por el exterior. En la competencia doméstica, dirigió 455 partidos, con 241 victorias y 214 derrotas.
Una producción especial de: Abril Perez Hourcade, Florencia Galaratti, Monica Moran, Rodrigo Diz, Martin Casafu, Alberto Macri y Ruben Telias