Las lluvias en los últimos meses dañaron seriamente a varias zonas del país, como el caso de Comodoro Rivadavia, en Chubut. Ahora le tocó padecer lo mismo a La Pampa, que sufrió pérdidas millonarias por 130.000 hectáreas inundadas, ya que en los últimos días se registraron 600 milímetros de lluvias en la zona.
«Hay unas 130.000 hectáreas con agua en la superficie y seguramente hay entre 300 y 400 mil hectáreas sin piso para poder trabajar en la zona. Se registraron ‘pérdidas millonarias’ en la zona norte de la provincia», declaró el ministro de la Producción de La Pampa, Ricardo Moralejo.
A causa de este desastre natural la provincia se vio muy afectada y dañada. Principalmente en la ruta nacional 35, la cual quedó completamente inundada luego de haber alcanzado casi los 50 milímetros de agua. Por este motivo, los camiones no pueden transitar ni tampoco utilizar los caminos rurales, por lo que la maquinaria agraria está parada. Moralejo también explicó que «la ruta nacional 35 está en un problema importante por el agua, por lo que el gobierno provincial ya pidió la intervención a Vialidad Nacional para que se haga la recuperación del camino lo antes posible».
Los vecinos de Embajador Martini, a 140 kilómetros de la capital, Santa Rosa, se llevaron la peor parte de las inundaciones. El gobierno pampeano declaró el estado de emergencia y el desastre agropecuario a raíz de esta situación en diversas localidades de la zona norte.
No fue la primera vez que ocurrió algo así. En noviembre de 2016 cayeron 500 milímetros y el Gobierno provincial estimó que las pérdidas económicas alcanzaron los 1.132 millones de pesos. Es el equivalente al 5% del presupuesto 2016, que asciende a 19.487 millones de pesos. Hubo 300 mil hectáreas afectadas: 150 mil bajo agua y otras 150 mil con anegamientos temporarios.
Hubo gente que fue evacuada de los lugares damnificados por precaución, ya que varias casas se vieron afectadas y muchos barrios quedaron aislados, aunque en cierto punto la lluvia ya se alejó.
Lucio Castelli, Fernando Mariotti, Marcos Segovia