Theresia Brandl cumplió su sueño a los 105 años: acabar sus estudios secundarios. Acompañada de familiares y amigos, Brandl se vistió con la tradicional túnica y recibió su diploma en Pittsburgh, Estados Unidos.
Cuando era joven, Brandl tuvo que hacer frente a un importante dilema que atropelló sus ambiciones académicas: estudiar o ayudar a su madre enferma con las labores domésticas y cuidar de sus hermanos. No tuvo otra opción que abandonar los estudios.
Pero su determinación de finalizar los estudios secundarios no se extinguió. Rodeada de cuatro nietos, ocho bisnietos y más familiares, recogió su diploma honorario en el colegio Sto-Rox.
Su sueño fue posible gracias a la ayuda de la Fundación Twilight Wish, que ayuda a ancianos a cumplir sus deseos. Además, la mayoría de los integrantes de la familia tenían un título colgado en la pared y ella decidió que merecía uno propio. Brandl fue nominada por una de las enfermeras que trabajan en el centro de atención a mayores en el que reside. El secreto de su longevidad, dijo, es sencillo: “Simplemente vivo siguiendo los eventos deportivos y partidos de fútbol americano”.
Verdaderamente, un ejemplo de vida maravilloso.
Nicolás Albino y Martín Feijóo