La gira del matrimonio presidencial y su cúpula comenzó el 25 de marzo, arribaron al aeropuerto de Ámsterdam, donde los recibieron los reyes de dicho país, y pasaron el fin de semana en la residencia real, en un pequeño pueblo a 20 km de La Haya. La visita de Estado comenzó oficialmente el lunes 27 y culmino el martes 28.
La llegada comenzó con un mal entendido entre el Presidente, su comitiva y la embajada argentina, ya que estos últimos esperaban a jefe de Estado argentino en el hotel estipulado pero no les avisaron que se dirigiría directamente a la residencia real.
La agenda oficial fue contaba con temas como inversiones en control de aguas y energías renovables, las exportaciones, Holanda como un socio clave comercial para Argentina y el vínculo entre la sociedad civil, pero principalmente recuperar la relación bilateral y ser aliados en un futuro cercano.
Pero no todo fue favorable para el mandatario argentino, ya que cuando se hizo presente en el Palacio Real, en la plaza lindera, la Plaza Dam, lo esperaban miembros de la fundación HIJOS-Holanda, con pancartas, fotos de sus padres desaparecidos, remeras contra el presidente, y repudio para con sus políticas, tanto económicas como en los derechos humanos. Luego la familia real y la familia Macri ingreso al Palacio para continuar con la agenda.
El martes, según día de protocolo, Mauricio se dirigió a La Haya para visitar la Corte Internacional y entrevistarse con Mark Rutte, primer ministro holandés. Finalmente luego de un paseo por el Puerto de Rotterdam, la familia presidencial argentina y toda su comitiva retornaron a la Argentina con la promesa de volver para sellar aun más los vínculos con el país del viejo continente.