Uno de los tres integrantes del triunvirato que se encuentra dirigiendo la CGT, Juan Carlos Schmid, anunció el domingo al mediodía que el paro “no tiene ninguna intención de desestabilizar al gobierno”. Por el lado de este gremio aseguraron que el paro va a tener un impacto muy fuerte y que buscan demostrarle al poder ejecutivo que hay más pobreza, más desocupación, menos poder de compra y que todos tenemos que poner el foco en ese problema para poder salir adelante.
La Confederación General del Trabajo sabe que no va a estar sola el día jueves, ya que se suman gremios como el de las estaciones de servicios y “La Fraternidad”, cuyo secretario general, Omar Maturano, declaró que los trenes no funcionarán y que buscan proteger los puestos de trabajo de la industria nacional, como así también, poner un freno a las importaciones.
Según Schmid, el paro general se hizo esperar ya que fue una decisión tomada en conjunto por la CGT para aguardar un repunte económico, mayores inversiones y que se controle la inflación, una forma de ganar tiempo.
Cabe aclarar, que el desafío para el trío Schmid-Daer-Acuña (triunviros de la CGT) excede los reclamos al Gobierno para que cambie sus políticas económicas: ante todo necesitan recomponer su autoridad después de tantas y venidas alrededor de la huelga, que además ésta sea masiva, y al mismo tiempo, como anteriormente escrito, no dañar la relación con el Gobierno.
Finalmente, Schmid reconoció que «el Gobierno está abriendo un poco el oído» y aclaró que puede retomarse la mesa de diálogo con empresarios y funcionarios en un futuro.
Nota realizada por: Sebastian Amaya, Gabriel Devincenzi, Renzo Desaunet, Ulieses Nieva, Agustin Nickels, Tadeo Pittari, Agustina Tisera.