Surgido en California, el crossfit comenzó en los ’90 como un método de entrenamiento para marines, policías y bomberos. A través de los años llegó a expandirse a otros géneros, convirtiéndose en un boom que hizo proliferar gimnasios por todo el mundo; no solo se convirtió en un negocio sino también en un estilo de vida para los que lo practican, quienes lo consideran un deporte y dicen que lo eligen por ser divertido y porque los resultados se ven en poco tiempo, además de sus beneficios.
En este sentido, el crossfit ofrece diversos beneficios:
-Disminuye la grasa y aumenta la masa muscular más rápido que otros entrenamientos.
-Evita la osteoporosis, porque sus ejercicios de fuerza aumentan los minerales de los huesos.
-Como la práctica combina ejercicios de fuerza con entrenamientos cardiovasculares, reduce los riesgos de padecer enfermedades del corazón.
El crossfit se ha creado la mala fama de que es peligroso porque puede causar graves lesiones, pero lo cierto es que son las personas que se entrenan por encima de sus posibilidades son las que se lesionan.
Por eso, antes de comenzar se deben hacer estudios diversos, como un ecocardiograma y un electrocardiograma para saber si se está en condiciones de ejercitarse. También requiere de una estricta dieta rica en carbohidratos y proteínas para poder estar en condiciones óptimas. Se debe tener una completa y balanceada alimentación sin descartar las comidas con carbohidratos (cereales, pastas, papas, etc.), que son muy importantes para evitar la fatiga.
No hay que negar que el crossfit está de moda y llegó para quedarse. Tiene su propia jerga: box (gimnasios), bw (peso corporal), rep (repetición, realizar una vez un ejercicio), etc. Y también competencias llamadas Crossfit Games, atletas de diferentes “box” de todo el mundo que se reúnen todos los años en California, cuna del movimiento, a competir por el campeonato mundial.
Francisco Nahuel Romero Romaniello