Braian Toledo sigue demostrando por qué es un ejemplo de atleta. A pesar de las complicaciones que tuvo que atravesar a lo largo de su vida, no afloja y mantiene la ilusión de progresar como deportista día a día. Durante 2017, se anotó para estudiar una carrera universitaria, cambió a su coach de toda la vida por una figura internacional y le pusieron su nombre a un Centro de Atletismo de su ciudad.
La infancia puede ser muy dura a veces. Cuando Braian era chico vivió varias situaciones que seguramente le hicieron entender que el sacrificio es la clave para conseguir el éxito. ¿Se habrá dado cuenta, por ejemplo, cuándo encontró a su mamá llorando en la cama porque no tenía qué darle de comer al día siguiente? ¿Lo habrá descubierto luego de caminar dos cuadras con baldes llenos de agua, todos los días, para poder lavar los platos y la ropa? ¿O encontró esa respuesta después de trabajar como peón de albañil unos años antes de participar de un Juego Olímpico?
Lo cierto es que el atleta nacido en Marcos Paz hace 23 años, disfruta hoy las recompensas de su trabajo. Tras haber sido finalista del Mundial de Pekín 2015 y de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, Braian planeó un 2017 distinto. Apuntando alto y lejos, al igual que con su jabalina.
La primera decisión que tomó a principio de año fue cambiar de entrenador. Gustavo Osorio fue su descubridor y su coach durante toda su vida. Lo conoció en la escuela, cuando era su profesor y lo convenció de que arrancara a practicar lanzamiento de jabalina. Pero ahora, juntos, decidieron que era necesario un cambio, y Braian eligió al finlandés Kari Ihalainen (considerado uno de los mejores del mundo) para afrontar esta nueva etapa.
Pero no fue la única decisión para mejorar. Toledo, gracias a un acuerdo entre La Federación del Deporte Universitario Argentino y la Universidad Siglo 21, hará la Tecnicatura Universitaria en Marketing y Publicidad Digital a distancia desde Finlandia, donde se preparará para el próximo Mundial de Londres que se disputará en agosto.
¿Aparte del éxito, qué otra cosa podría motivarlo a seguir creciendo día a día? El reconocimiento de la gente. Por ejemplo, hace poco le pusieron su nombre al Centro de Atletismo de Marcos Paz. Estos actos, en conjunto, pueden moldear a un deportista que representará con orgullo a nuestro país y lo dejará en lo más alto del atletismo mundial. Seguramente, sus colegas, inspirados en su huella, puedan ver sus logros y tomarlo como ejemplo.