Simplemente es el fútbol mismo. Desde chiquito forjó y formó un amor por la pelota y por el deporte digno de admirar.
Sus sueños y objetivos eran claros: jugar un Mundial y ser campeón del mundo con la Argentina. Por suerte para él, pero más que nada para los amantes de este bello juego, el destino le cumplió con creces todos sus anhelos. Pero en la vida, como en el fútbol, nada dura para siempre. Sus conflictos personales hicieron, en varias oportunidades, que tenga que alejarse de las canchas. Pero Diego Armando Maradona no sabe de rendirse o abandonar, y por eso siempre volvió y siguió brindando espectáculo y alegría a la gente.
Por todo esto vale la pena recorrer su vida y su carrera, que siempre estuvieron acompañadas de la redonda. Esa fiel amiga que le permitió a Pelusa salir de un lugar tan duro y cruel como lo es una villa, para poder ayudar a su familia y ser el mejor jugador de todos los tiempos.
Una producción especial de: Facundo Agrazar, Juan Martín Álvarez, Jaime Gómez, Lucas Pacheco y Christian Sanchez Tobos.