Por el año 1920 Lilian Gemma Harrison regresó a Argentina tras pasar 8 años en Inglaterra, donde se educó y aprendió a nadar. Lilian fue hija de inmigrantes británicos pero regresó a su país para realizar una hazaña que se le presentó cuando habitaba en tierras británicas: cruzar en aguas abiertas el Río de la Plata. El 29 de diciembre de 1923 fue tapa de El Gráfico gracias a la hazaña que concretó seis días antes: recorrió los 48km en 24 horas y 19 minutos.
Actualmente fueron numerosos los nadadores que se atrevieron a repetir la hazaña y anteponerse al frío, las condiciones climáticas y los riesgos que esto representa. Nadadores como Vicente Arena, Roberto Arena -hijo de Vicente- o Lautaro Lasagna, desafiaron al río más ancho del mundo y sus turbias aguas para anotarse en los libros de historia. Pero lo que la FAAS (Federación Argentina de Actividades Subacuáticas) propone este año es algo diferente. El equipo de Confraternidad Del Plata -integrado por 15 nadadores- intentará establecer una nueva modalidad de cruce a nado del Río de la Plata en forma de postas. Además, pretende unir por primera vez a Colonia con la Ciudad de Buenos Aires, ya que los cruces que se hicieron hasta el momento fueron por el paso más corto llegando a Punta Lara (Provincia de Buenos Aires). Los nadadores son amateurs y con un promedio de 48 años, además este año se suma la particularidad de incluir deportistas paralímpicos: entre estos últimos se encuentran Guillermo Marro, triple medallistas paralímpico, y Maximiliano Matto, múltiple campeón nacional.
Maximiliano habló con Pirámide Invertida sobre cómo se presentó esta oportunidad, luego de que en septiembre intentara cruzar el Canal de la Mancha junto al equipo de natación paralímpico de HONU: «El proyecto arrancó por parte de Alejandro Zambrano que organizó esto el año pasado. Pero no lo hizo con gente con discapacidad, solamente fueron 15 nadadores convencionales. Alejandro conoce a mi entrenadora, Marcela Belviso, y le propuso esto. A ella le gustó como para dar difusión al deporte paralímpico y nosotros aceptamos. Yo estoy junto a Guillermo Marro y Daniel Muñoz, que es un juvenil de 15 años también de River: nosotros somos nadadores de River. Nos gustó la idea para fomentar esto y seguir haciéndonos conocidos en el deporte.»
Para Maximiliano todo desafío representa una nueva forma de superarse. Desde que le diagnosticaron agenesia de miembros inferiores y miembro superior derecho -la falta de las piernas y el brazo derecho- nunca se dio por vencido. «Hace dos semanas hicimos un simulacro, que la verdad estuvo bueno. La temática fue nadar media hora cada uno completando un total de 5 horas entre todos. Me tocó en dos oportunidades y fue una experiencia buena compartir con un equipo numeroso. Fuimos acompañados por prefectura en kayak y motos de agua. Fue una movilización y una difusión bastante importante».
En marzo del año que viene -con fecha a confirmar- se concretará esta hazaña, pero para eso restan días duros de entrenamiento y sacrificio. «El segundo simulacro está estipulado para el 17 de diciembre. Nosotros tres estamos seguros en el equipo que va a hacer el cruce el año que viene pero el tema son los otros 12 nadadores convencionales porque hubo algunos que se sintieron mal dentro y fuera del agua, y quizá tengan que buscar algunos suplentes. Pero nosotros tres estamos seguros y estamos aptos para hacerlo». Cargado de positivismo y buenas intenciones Maxi entrena todas las mañanas en la pileta del CENARD y se prepara mentalmente mientras realiza sus estudios sin dar un paso atrás porque el mensaje de todo esto es no tener límite en la superación.
Por Alejandro Torres