La Feria de Mataderos existe desde hace más de 30 años y funciona frente a lo que era el Mercado de Hacienda, donde llegaba el ganado para ser controlado y comercializado. Si no llueve, todos los domingos y feriados arranca a las 11 y concluye a las 20.
El corazón de la feria está en el cruce de Lisandro De la Torre y la avenida De Los Corrales, entre medio de árboles y una antigua construcción. Estos edificios tienen un gran valor histórico y arquitectónico de manera que serían más vistosos si estuvieran mejor preservados y por qué no más aprovechados.
Todo comenzó en 1986, con un puñado de manteros que se ubicaron sobre la av. Lisandro De la Torre; fue allí donde Sara Vinocur, actual coordinadora de la feria, que en aquel momento trabajaba en el área de Cultura de la Municipalidad porteña, se topó con aquellos primeros manteros y le surgió la idea de darle mayor organización y estructura siempre dentro de la temática campestre.
Si bien Mataderos no está muy cerca de la zona más turística de la ciudad como La Boca, San Telmo, etc, es muy fácil llegar en auto o en colectivo. Este epicentro turístico se caracteriza por su atmósfera tan familiar, que mantienen desde los visitantes hasta los propios vendedores.
Elisa, una señora que tiene un puesto de venta de choripanes y hamburguesas hace más de 15 años, comenta: “El ambiente es lo que más atrae a la gente hacia este lugar. La gente que es del interior y se encuentra viviendo hace mucho en Buenos Aires espera con muchas ansias a que llegue el domingo para poder venir y sentirse como en su tierra natal”.
Es que en los más de 300 puestos de la feria, además de la venta de ropa, platería, cueros, artesanías y comidas tradicionales de todas las regiones del país, se puede disfrutar de muestras de destreza gauchesca, el desfile de los caballos y la carrera de la sortija, que ya es un clásico por estos lados de la ciudad.
En la entrada del Mercado de Hacienda se levanta el escenario, donde tampoco podían faltar los shows de música folklórica. Pirámide Invertida tuvo el honor de toparse con Osvaldo Saavedra y Lidia Rosco, un matrimonio que concurre a esta feria desde hace años y nos habla acerca de la tradición del lugar: “Venimos a esta feria desde hace ya 20 años porque mantiene ese ambiente rural que nos recuerda a nuestra querida provincia Santiago Del Estero. Además nos encanta bailar; de hecho, fue así como nos conocimos, en un baile allá, en nuestra provincia”, rememora Lidia. Y agrega que “en estos escenarios actuaron figuras como los Carabajal, Antonio Tormo, Soledad Pastorutti y Jairo”. Por si faltara algún condimento para que la gente se termine de decidir por visitar esta feria artesanal.
Allí también se encuentra El Museo Criollo De Los Corrales, que tanto vale la pena visitar; en él no sólo se exhiben objetos y testimonio de cómo eran los hombres rurales de aquellos tiempos sino que además intenta ser una referencia para quienes quieren indagar en la historia del barrio de Mataderos.
En fin, esta feria cuenta con un amplio abanico de actividades que les asegura el disfrute a las familias que se decidan a dar un paseo por Mataderos.
Por Ariel Parretta