Rafael Calzada es conocida por motivos tan diversos como igual de importantes. El cementerio de dicha zona es el más grande y concurrido de todo el municipio; el arco que da la bienvenida a la localidad es ya un monumento histórico por su longevidad (este año cumplió su 50º aniversario); desde el mundo del espectáculo destaca por ser el lugar de nacimiento y de toda una infancia del cantante reconocido a nivel internacional, Axel Fernando. Sin embargo, hay un lugar que sobresale gracias a su antigüedad, y es el Club Calzada.
El Club Social y Deportivo de Villa Rafael Calzada, nombre completo del lugar, está ubicado en la avenida San Martin al 3171, a tan sólo 5 cuadras de la estación de dicha localidad en el sur del gran Buenos aires. En él se realizan diversas actividades deportivas como básquetbol, handball, voleibol, patín y la escuela de fútbol, que funciona desde su fundación, en 1940.
Por sus canchas han pasado grandes jugadores, algunos de los cuales por diversas razones quedaron en el camino y otros llegaron a cumplir su sueño de llegar a lo máximo del fútbol, tanto nacional como internacional.
Uno de los principales nombres que vio pasar la institución fue el de Héctor Enrique. «El Negro», oriundo de Burzaco, localidad vecina de Rafael Calzada, ganador del mundial de México 86 junto al recordado equipo en el que brilló Diego Maradona, es socio honorario del club, que exhibe una camiseta con su nombre y el número 12 en la espalda colgada en la pared del salón central.
Aunque ésta no es la única camiseta que se deja entrever en dicha pared. También sobresale la de un jugador que formó parte de equipos como el Real Madrid, el Milan y principalmente el seleccionado nacional: Fernando Redondo creció en el límite entre Adrogué y Calzada. Aunque más cercano a la última ciudad, por lo que dio sus primeros pasos en el club.
En esta pared se puede ver una camiseta con el nombre de uno de los actuales jugadores del Club Atlético Independiente. Nicolás Tagliafico, ex jugador de Banfield y vecino de Rafael Calzada, tuvo un paso por la escuela de fútbol del lugar, antes de pasar directamente a las inferiores del “Taladro”.
La institución atravesó un problema económico que casi la lleva a no volver a abrir sus puertas. Corría el año 2003, luego de la crisis nacional del 2001, y presentaba deudas que excedían con creces lo que el club podía llegar a pagar. Uno de los miembros de la junta directiva actual, Claudio Camargo, explicó cómo era la situación tras su llegada: “El lugar se encontraba totalmente abandonado, no había asistencia a los chicos que concurrían a las distintas actividades. Con altas temperaturas no se les brindaba algo para beber ni comida durante y luego de los entrenamientos. Solo se interesaban cuando había que pagar la cuota».
“En lo económico se encontraba devastado, las deudas excedían con creces los gastos que realizaba. No acuso a los anteriores directivos de haberse aprovechado de la situación, porque no es algo seguro, pero como mínimo se puede apreciar que fue una gestión que tomo decisiones muy malas. Esto hizo que el club se encontrara a punto de tener que cerrar. Pero por suerte, y gracias a la gestión de la actual directiva, pudimos revertir la situación y hoy el club se encuentra mejor”, concluyó Camargo.
Hoy la institución se encuentra en una mejor situación. Los chicos son contenidos y se puede apreciar el trabajo que llevan adelante los directivos, ya que los padres así lo afirman.
El club volvió a participar de los torneos «brownianos», llevados a cabo en el complejo Ministro Rivadavia, sede de importantes torneos internacionales de handball y voleibol, y está teniendo un gran cierre de año en las distintas disciplinas. Los padres y chicos confían en que las cosas seguirán mejorando para poder ver como el Club Social y Deportivo Villa Rafael Calzada sigue formando jugadores de la talla de Héctor Enrique, Redondo o Tagliafico, no sólo en el futbol, sino en todos los deportes que allí se practican.
Por Christian Costilla