Luego de la sufrida eliminación del Mundial de México 1970 en manos de Perú y Bolivia, Argentina sufrió un colapso sentimental que lo dejó abatido. En busca de sanar aquella herida, en las eliminatorias rumbo a Alemania se volvían a enfrentar con el combinado boliviano, una vez más, en esa tan temida altura.
El seleccionado conducido por Enrique Sívori sabía que no podían volver a casa sin esos dos puntos valiosos que valían más por el orgullo. Fue entonces que su ayudante Miguel Ignomiriello propuso la idea de adaptar a los jugadores con una estadía prolongada en el altiplano, el lugar elegido fue Tilcara y allí marchó con una “selección b” compuesta por juveniles como Mario Kempes, Ubaldo Flliol, Marcelo Trobbiani y Ricardo Bochini. La AFA se desligó totalmente del asunto y el presupuesto para esta travesía era bajo, por ello la selección viajó a Cusco, Arequipa, La Paz, Potosí y Oruro para disputar amistosos que ayudaban a costear los gastos.
El equipo comandado por Ignomiriello fue olvidado hasta por los hinchas, esta situación fue representada a la perfección cuando José María Otero, periodista de El Gráfico, fue hasta la AFA a pedir información del seleccionado y no encontró respuesta, es que ni siquiera en la casa madre del fútbol tenían noticias sobre la mismo, ante esto exclamó “Esta es una selección fantasma”.
Aunque sólo participaron 6 jugadores de aquellos que iniciaron la etapa de adaptación, el conjunto albiceleste logró su prometido aquel 23 de septiembre de 1973, tras vencer a Bolivia en el Hernando Siles por 1 a 0 con gol de Oscar Fornari y así aseguró la clasificación al Mundial de Alemania.
La epopeya fue retratada en el vestuario del Siles por el preparador físico Cancela, pero Lucio Flores, fotógrafo boliviano, fue por más e hizo que los jugadores posaran con bonetes de cartulina blanca, la imagen fue acompañada del título “La selección fantasma” e hizo eco en Argentina y en todo el mundo.
Flavia Castaño 2° B T.T.