En la Copa Mundial de Fútbol de Alemania 2006 todo era expectativa para la selección argentina. El hecho de que el anfitrión sea justamente su archirrival, le daba un gustito extra al campeonato más importante del mundo y lo cierto es que nuevos matices marcaban esperanzas en el seleccionado.
José Néstor Pékerman, quien desde 2002 era el coordinador general de las selecciones argentinas obteniendo tres mundiales en la selección Sub-20, se hizo cargo de la selección mayor en 2004 trás la renuncia de Marcelo Bielsa.
Pékerman tenía brillantes referencias y era una especie de ajedrecista en un campo de fútbol. Tenía 65 videos de cada rival de Argentina, en donde estudiaba cada detalle, hasta contrató a un químico, según dijo uno de sus colaboradores más cercanos, “que les hacía beber a los jugadores un jugo naranja energizante llamado por ellos como jugo loco” después de cada entrenamiento, dentro de los parámetros que exige el doping.
Todo esto sumado a un plantel con nombres como Javier Saviola, Hernán Crespo, Juan Román Riquelme, Carlos Tévez, Lionel Messi y Pablo Aimar, sin improvisar, con un trabajo serio y a consciencia hacía pensar a cualquiera que ese equipo podía hacer historia.
Después de la decepción del seleccionado de Bielsa, el público argentino estaba reacio a los técnicos, sin embargo lo que hizo al público confiar en Pékerman fueron los resultados en las eliminatorias al mundial.
Pékerman debutó con una victoria frente a Uruguay 4-2 en el estadio Monumental Antonio Vespucio Liberti como parte de la eliminatoria mundialista, en 2005 obtuvo el segundo lugar en la Copa FIFA Confederaciones 2005 tras caer en la final con, el por entonces campeón del mundo, Brasil, pero con la misma cantidad de puntos (34) aunque con seis goles de diferencia.
La eliminatoria sudamericana para el mundial de Alemania era un torneo de todos contra todos en donde el método clasificatorio consistía en que los cuatro primeros lugares en la tabla, clasificaban directamente al mundial. El quinto lugar se batiría en partidos de ida y vuelta contra el equipo que gane la clasificatoria de Oceanía. Si había un empate entre dos o más equipos con igualdad de puntaje, el ganador seria quien tuviera más goles en partidos disputados entre ellos.
Argentina clasificó directamente al mundial y tuvo un duro comienzo con Costa de Marfil a quien venció 2-1, luego el seleccionado nacional goleo 6-0 a la selección de Serbia y Montenegro y fue un gol de Cambiasso que tuvo 25 toques de Argentina, lo que hizo hablar a la prensa internacional durante días.
En los octavos de final, ante México, un partido complicado lleno de altibajos, Pékerman metió a Tévez y Messi para que ayuden a Riquelme en el medio y la estrategia dió resultado con un gol de Maxi Rodríguez sobre el final. Pero el sueño argentino se detuvo rotundamente en cuartos de final frente a la perfectamente diseñada máquina de jugar Alemana, que venció al seleccionado albiceleste por penales, que dejó un sabor de boca desolador en un equipo que parecía destinado a ser campeón del mundo.
Sebastian Busto 2º B Turno Tarde
El ajedrecista del Mundial
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