En una charla exclusiva, la licenciada Fernanda Reyes, directora de ACUMAR (Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo) contó cómo surgió el proyecto de saneamiento del Riachuelo y cuál es el objetivo principal, cómo se llevan acabo las planificaciones, cómo se debe concientizar a las personas y que los municipios son fundamentales en la separación y recolección de la basura.
-¿Cómo surgió el proyecto?
-Hoy, tanto Nación, como Provincia y Ciudad de Buenos Aires deben cumplir con un mandato de la Corte Suprema de Justicia que se inicia por una denuncia hecha, que es la causa Mendoza. Que está hecha en Villa Inflamable por un caso de contaminación por problemas de salud. Esto llega a la corte y en 2006 se crea ACUMAR; en 2008 un fallo de la corte establece un plan integral de saneamiento; sobre eso se trabajó todos estos años y el año pasado la Justicia pide que hagamos una actualización del plan. Entonces surge en realidad por una sentencia de la corte que dice «pónganse a trabajar las tres jurisdicciones que están en el mismo territorio pero que deben articularse para poder sanear el Riachuelo», y pone tres objetivos: la recomposición ambiental, la prevención del daño y el mejoramiento de la calidad de vida de las personas.
-¿Cuál es el objetivo principal?
-En realidad lo que tenemos que lograr es dejar de contaminar. Principalmente a través de las industrias, las redes cloacales y la basura. Eso implica una fuerte política, primero de fiscalización de las industrias, una fuerte política de sanear. Por eso también el trabajo con Aysa es importante, para ver cómo se mejora el tema del saneamiento en todos los asentamientos que están a la vereda del Riachuelo. La otra cuestión es toda la política de basura, tener una recolección garantizada dentro de los municipios y que esa basura no llegue al río. Con lo que se está haciendo no alcanza porque mientras estás haciendo eso hay una población que está padeciendo de problemas de salud, no tiene acceso a agua potable.
-¿Tienen algún tiempo estimado para concretar el proyecto?
-No tenemos un tiempo estipulado sino como hitos que se iban a ir dando en la medida en que van avanzando las obras cloacales, la fiscalización. Creemos que un primer hito vamos a tenerlo de acá a 4 años; después de acá a 10 años y así vamos avanzando de a 5 años, y se irán ir dando los grandes cambios. Hace unos días estuve en Lomas de Zamora; hicimos limpieza de uno de los márgenes, cosa que hizo la Provincia de Bs. As., y cuando uno está en el lugar se da cuenta de las cosas que ocurren en ese territorio y la multiplicidad de actores que tienen que resolverlas. Porque se estaba limpiando el margen pero si no pasaba el municipio a recoger la basura que se había sacado eso quedaba sucio igual y al otro día volvería a estar dentro del margen. Si la gente que allá habita no saca la basura y la tira al río tenemos la misma situación, pero si no pasa el municipio, ¿dónde tiran la basura? Es una cadena; por eso es muy importante esto que pide la Corte, que es la articulación según la cual donde vayamos podamos reunir todos los efectos.
-¿Cómo se llevan a cabo las planificaciones?
-Ahora estamos trabajando con un sistema de información para poder hacer el trabajo más accesible hacia afuera como hacia adentro. Lo que hicimos es un diagnóstico y sobre él establecimos objetivos a cumplir; en base a eso nos establecimos plazos y metas específicas de meses, de años. Tenemos 80 proyectos trabajándose de forma integral para ver los distintos aspectos de cada uno en conjunto, no separados. Entonces hay varias áreas de ACUMAR trabajando en conjunto, por ejemplo Villa Inflamable; la remediación de todo lo que es el Dock Sud, todo el tema industrias, la relocalización de algunas viviendas, el mejoramiento de la calidad del agua y el tema del saneamiento; son cinco áreas distintas de ACUMAR pero es un único proyecto.
-¿Podría mencionar algunos proyectos?
-Uno es Dock Sud con Villa Inflamable, otro es Uren, que tiene que ver con llegar con agua potable y cloacas a los asentamientos que están sobre el Riachuelo. Se está haciendo un relevamiento junto con Aysa y con hábitat de Nación y también de vivienda con el equipo de acá de infraestructura para que los desechos no vayan a los ríos o arroyos. La idea es poder generar que estos vayan por cloacas. Otro, el plan de gestión de residuos que es la separación y origen garantizando la recolección, tratando de entrar a los asentamientos donde la recolección no entra y trabajando más fuertemente con los municipios. Otro proyecto es el de fiscalización de industrias; se han elegido 200 industrias que explican el 80% de la contaminación del Riachuelo.
-¿Notaron algún cambio con el plan del gobierno de separación de la basura?
-Más allá del plan del gobierno, quienes ejecutan son los municipios. Tiene que ver con una decisión del estado pero también con un cambio cultural; creo que como sociedad esto es una necesidad y la tenemos que llevar a cabo. El estado tiene que facilitar los mecanismos para poder generar los circuitos; yo le llamo economía circular o bioeconomía: aquello que muchos creen que es basura en general son residuos o materia prima, para seguir la cadena de la industria y eso se puede potenciar mucho más.
-¿Reciben alguna ayuda del Gobierno?
-Recibimos recursos de Provincia, Nación y Ciudad de Bs. As. para poder funcionar y destinamos los recursos para lo que es necesario. Hay un plan para trabajar lo que es separación y origen, pero no tenemos ni una planta de separación; somos más articuladores y controladores que ejecutores.
-¿Se logra concientizar a las personas?
-Acá se empezó a trabajar mucho con la educación ambiental. Se armaron mesas de trabajo con los diferentes ministerios; la idea es hacer un marco conceptual para formar docentes y que pueda ser incorporada la cuestión del Riachuelo a todos los docentes que están en la cuenca. Hay proyectos en distintos lugares como «los guardianes del Riachuelo» y otro tipos de nombres que les han puesto los mismos docentes. Entonces el tema educación ambiental es fundamental y el equipo de educación está trabajando mucho. Es una de las políticas principales que tenemos sobre todo como autoridad de la Cuenca.
-La concientización se nota más en la capital que en la provincia. ¿Cómo se puede concientizar las personas del conurbano?
-En la Ciudad de Buenos Aires tenemos un contenedor a media cuadra. ¿Cuántos caminarían cuadras para tirar su basura? Seguramente nadie, entonces ahí uno puede concientizar, pero lo que tiene que tener es las herramientas. Si yo digo «separá en tu casa», «bueno, yo separo, pero cuando pasa el camión meté todo en el mismo lugar, no separo más porque ¿para qué voy a separar?».
-¿Hay sanción para las personas que no cuidan el río?
-Hay multas y sanciones, se clausuran aquellas industrias que están contaminando porque no cumplen con los requisitos. En los casos en que la contaminación es grande hay clausuras inmediatas. Se trabaja con diferentes mecanismos de sanción. También hay sanciones para las personas que van en auto a tirar basura al río, se les multa y se los sanciona.
-¿Se puede cumplir con el proyecto?
-Sí, pero lleva muchos años. Lo que hacemos nosotros es mejorar la base para que las personas que vengan en un futuro puedan continuar de la mejor manera con el proyecto; ése es el gran desafío, que va a llevar muchas gestiones. Lo importante es tener un plan a largo plazo. Me gustaría cuando termine mi estadía acá dejar las bases para que el que venga se encuentre con las cosas mucho mejor que como las encontré yo.
-Una vez que finalice el proyecto, ¿tienen otro planeado?
-Esto es una sumatoria de proyectos que se van cumpliendo, uno siempre quiere mejorar el ambiente para que mejore la calidad de vida de las personas. Yo creo que los proyectos no se acaban nunca, siempre hay algo más por hacer o mejorar. En principio, que haya perseverancia. En temas ambientales es difícil encontrar un fin, porque esto es una lucha continua, un día a día, y ésa es la diferencia con otros tipos de proyectos. Más que cumplir un proyecto, hay que lograr un cambio cultural y eso lleva bastante tiempo, pero lo vamos a lograr.
Por Yanina Díaz, Daniela Gamarra, Marianela González, Micaela Pérez y Micaela Romero