Esta frase forma parte de «Cien años de soledad», una de las novelas más reconocidas de Gabriel García Márquez y sintetiza el sentimiento de Colombia y del mundo.
Uno de los conflictos más sangrientos y de más larga data a nivel mundial que aún perdura, parece llegar a su fin luego de 50 años. Las negociaciones, que comenzaron allá por el 2012 y se realizaron íntegramente en La Habana, llegaron a buen puerto y el pasado lunes el presidente Juan Manuel Santos y el jefe de las FARC Rodrigo Londoño, alias Timochenko, firmaron un acuerdo de pacificación que solo resta se confirme en un plebiscito que se realizará el domingo 2 de octubre.
En un día histórico, el mandatario y el máximo líder guerrillero pusieron la rúbrica en Cartagena de Indias utilizando unas lapiceras confeccionadas especialmente para la ocasión con restos de proyectiles, a las que llamaron “balígrafos”, ante más de 2500 invitados locales y extranjeros entre los que se encontraban el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon y otros jefes de estado como Mauricio Macri, Michel Temer, Rafael Correa y Enrique Peña Nieto.
Junto a ellos, también estuvieron los representantes de los países garantes y acompañantes del proceso de negociación: Raul Castro (Cuba), Borge Brende (Canciller de Noruega), Michelle Bachelet (Chile) y Nicolás Maduro (Venezuela). Todos vestidos con atuendos blancos para transmitir un mensaje de paz.
“Decimos fuerte y claro: no más guerra que nos dejó cientos de miles de muertos, millones de víctimas y desplazados, y tantas heridas que tenemos que empezar a sanar”, declaró Santos en su discurso y agregó que “cambiar las balas por los votos es la decisión más inteligente”. Por el otro lado, Timochenko se expresó en nombre de las FARC y ofreció “sinceramente perdón a todas las víctimas del conflicto por todo el daño y el dolor que hemos podido causar”.
Para terminar de revalidar este tratado aun resta la consulta popular y, contrario a lo que se pueda pensar, el país se encuentra muy dividido entre los que están a favor y los que están en contra. Estos últimos, liderados por el ex presidente Alvaro Uribe, convocaron a una marcha en el centro por el “no” al plebiscito con la consigna de decir “no a los terroristas, no a este mal acuerdo, no a esta firma final”.
El final del acto llegó junto con el atardecer para simbolizar el final de la guerra y la llegada de un nuevo amanecer.
Esteban Gundin, Mauricio Uscalovsky, Yoel Melamud, Lucas Seminara, Lucas Di Nisio y Diego Zancarini