El Nacional B de Adultos, que se desarrolló en la provincia de Córdoba con la participación de treinta y dos planteles, bajó la persiana y tiene a sus respectivos campeones: SAG Polvorines en varones y Estudiantes de La Plata en mujeres.
El equipo del norte del Gran Buenos Aires dirigido por Guillermo Milano, ganó de manera cómoda la Zona B doblegando a Villa María Handball 38-26, a la Escuela Municipal Km. 5 de Chubut 27-24 y a Trapem de General Roca 35-15 para avanzar a los cuartos de final del certamen donde derrotó a Barrio Parque de Córdoba 27-21. En las semifinales superó sin mayores atenuantes a Quilmes por 27-20 y ya en la final venció a CIEF de Villa María 25-22, mismo rival de la final de la edición anterior.
Rodrigo Ochoa, jugador de SAG Polvorines y partícipe del bicampeonato, en diálogo con Pirámide Invertida, dio sus sensaciones sobre el rendimiento del equipo: «Fuimos de menor a mayor. No comenzamos jugando bien en el torneo pero gracias al contraataque rápido, pudimos llevar bien los partidos. Sobre el cierre, tanto en la semifinal como en la final, alcanzamos nuestro máximo rendimiento y pudimos hacer una buena defensa y un buen contragolpe».
Con respecto a la presión de defender el campeonato del año pasado, manifestó que «fuimos sabiendo que el año pasado nos costó, pero que en esta oportunidad debía ser nuestro de nuevo y más contra CIEF de Villa María en la final nuevamente». Es el tercer título de Nacional B para Polvorines, tras los torneos conseguidos en Buenos Aires 2013 y en Formosa 2015.
Al momento de hablar acerca de los próximos objetivos de su equipo sostuvo: «Nuestra propósito es terminar lo más alto posible en el Torneo Clausura y clasificar al Nacional del año que viene. Como también el Súper 7 de fin de año».
Por el lado de Estudiantes de La Plata, comandado por Agustín Orqueda, inició su camino al título con victorias sobre Belgrano de San Nicolás 29-15, Universitario de Bahía Blanca 27-12 y Barrio Parque 26-15 en la Zona D. En los cuartos de final fue triunfo sobre Acha de Mar del Plata 22-16 y Punto Sur de Mar del Plata 28-17 en la semifinal. En el encuentro decisivo le ganó a Mariano Acosta 19-13 con la actuación destacada de Rocío Comigli, integrante de la Selección Argentina femenina de handball en Río 2016.
La pívot pincharrata, Julia Cantando, en charla con este medio, sostuvo que «la clave para la consagración fue la unión en el equipo que se formó en Córdoba. La confianza también fue muy importante para consolidarnos en defensa, que fue de los puntos más altos que tuvimos a lo largo de todo el torneo. Y, por supuesto, que todas tirábamos para el mismo lado con el mismo objetivo de salir campeonas».
Con las bajas significativas de Manuela Pizzo -se fue a Francia-, Pilar Romero y Magui Decidio -por cuestiones personales- y un plantel plagado de juveniles, la jugadora del León afirmó que «sin dudas las tres suman muchísimo al equipo, en todos los sentidos. Pero en este torneo hizo que las más chicas tomemos más protagonismo, ganemos minutos en cancha y así tener más confianza».
Al ser consultada acerca de la carga por las dos finales consecutivas perdidas (2014 con Ferro y 2015 contra Vicente López), ratificó: «Fue una gran motivación. Esta vez no se nos podía escapar. Lo bueno es que no se vivió como una carga, todas lo disfrutamos mucho y por eso pudimos romper la mala racha». El Pincha consiguió su quinto campeonato Nacional de mayores, luego de obtener los de Neuquén 2002, San Juan 2008, Córdoba 2010 y Mendoza 2011.
En cuanto a los próximos objetivos del conjunto platense, Cantando manifestó: «Aspiramos a salir mejor posicionados en el Torneo Clausura que el año pasado. Buscamos clasificar al Súper 7, pero claro que se sueña con conseguir el título y así conseguir la clasificación directa al Torneo Nacional. Por lo pronto estamos entrenando duro y muy motivadas».
Autores: Eduardo Maidana, Matías Devincenzi, Mauro Emilio Coppolillo Portela
2° año “B” Turno Mañana