El 14 de septiembre se celebró el día del boxeador en homenaje a la histórica contienda que tuvo como actor al boxeador argentino Luis Ángel “El Toro Salvaje de las Pampas” Firpo, quien durante esa noche en 1923 saboreó durante 20 segundos la victoria, no conseguida por la viveza criolla que supo tener el árbitro Jack Gallagherque en Nueva York , ante Jack Dempsey, ganador del entonces título Mundial Pesado.
Pero en el territorio que vio nacer a tan célebre púgil, los días de celebraciones son uno más. Sin importar si es el Bicentenario de la Democracia Argentina, el partido de fútbol más esperado del año, o la pelea del siglo, algunos encuentran la manera de no festejar.
Mientras todos aquellos que supieron ponerse los guantes, ya sean los jóvenes amateurs o los más ancianos entrenadores, recibían elogios de sus allegados, conocidos y fanáticos del combate; en Tucumán, el mundo del Box enfrenta problemas que marcan de una manera cuasi perfecta la línea que separa a los amantes de este deporte, de los que se benefician de él.
En la provincia que fue escenario del Congreso que dio algunos de los primeros pasos para la independencia de su país, y coincidiendo con la fecha en que se conmemora a los púgiles autóctonos, el boxeo se ve obligado a abandonar dichas tierras por anomalías detectadas por la FAB (Federación Argentina de dicho deporte) que, a través de su Consejo Directivo, dictaminó la suspensión de la Asociación Tucumana de Boxeo (ATB) y sus integrantes por el plazo de un año.
Otra gota cae en el vaso, que desborda desde hace años, una catarata de injusticias y crímenes que solo hacen que los espectáculos que por breves momentos apaciguan las turbadas mentes de los argentinos se vean opacados por muertes en tribunas, ventas de drogas, sobreprecios en cada factura y recibo que se emiten alrededor las pasiones de sus participantes.
Ahora tanto el titular René Bustos como el secretario Carlos Toledo, ambos de la ATB, quienes habían logrado que la FAB levantase la suspensión dictaminada durante junio se ven implicados directamente en la actual investigación y sanción que hizo efectiva la federación madre del boxeo.
Pocas artimañas quedan por descubrirse en el mundo del deporte. Y aunque parece que no existe manera desconocida de que algunos se llenen los bolsillos, todavía no se pudo inventar la manera de prevenir o por lo menos detectar rápidamente a los autores y responsables de dichos actos sin causar daño colateral.
Y todo a solo 37 días del logro de los cinco tucumanos que se consagraron durante el campeonato argentino de boxeo amateur: Nicolas La Joyita Suárez en la categoría Mosca hasta 52 kilos, Agustín La Cobrita Peralta en Pluma hasta 56 kilos, Fernando La Pesadilla Altamiranda en Ligeros hasta 60 kilos, Enzo El Principito Danovich en Medianos Juniors hasta 69 kilos y Samuel López en Superwelter.
El mundo no se detiene, y menos aún el pugilístico, excepto para la ATB, ellos detendrán su marcha hasta el próximo día del boxeador argentino, o hasta que la FAB determine lo contrario. Mientras, se debe felicitar y ovacionar a quienes sí lo merecen, a los que suben al ring por la gloria del deporte.
Por Lucas Ibarra y Francisco Schiaveta.