El valor de los automóviles en nuestro país es un punto de discusión pero al mismo tiempo es algo que carece de relevancia en los medios de comunicación. Es interesante, entonces, profundizar un poco sobre la actualidad del mercado automotor en la Argentina.
Horacio Benítez, una de las cabezas de Toyota, suministró detalles de la intimidad de la fábrica, su producción y sus ventas: «Es lógico que no se venda tanto como antes, los precios son una locura. Por eso se busca crear planes o formas de pago pequeñas. Pero igual adentro no se siente eso, seguimos teniendo la vara muy alta», señaló. Esto último, en referencia a la manera de trabajar que deben tener, quizás en un tono algo futbolero, pero que ayuda a entender mejor la situación. Pero por si queda alguna duda, Benítez aclara: «A todos los empleados nuevos se les hace pasar primero un examen, en el cual demuestran tener conocimientos básicos para moverse adentro (lo cual es típico de la mayoría de las fábricas), pero después te siguen capacitando con cursos constantes, días específicos de pruebas prácticas y teóricas, tareas distintas a la del sector al que pertencen, horas y días extras de limpieza del lugar de trabajo. No es que una vez entrás acá haces siempre lo misto, te exigen cada día más y muchos no lo aguantan».
Luego hablamos con el encargado de seguridad e higiene de la planta ubicada en Zárate, Leandro Martínez, que nos comentó sobre la línea de trabajo que deben seguir y lo minucioso de la actividad: «Con esto de que el auto se arma en todos lados hay que tener mucho cuidado en todo momento, no podemos mandar un chasis a Brasil con algún defecto; si cualquier cosa presenta algún defecto ya es algo que no puede salir al mercado, y eso hace que sea más difícil todo. No nos podemos dar el gusto de tener una soldadura defectuosa o algún error en la pintura, lo que pasa a menudo, por desgracia; También corremos el riesgo de que algo vuelva a nosotros con algún error externo, y no podemos vender eso. Ahí es cuando disminuye el stock y el comprador busca otras alternativas». Estas opciones las veremos más adelante, pero antes hay otro testimonio que nos puede ayudar.
Antes de abandonar la fábrica nos encontramos con Santiago Acciardi, supervisor del área de pintura, y nos introdujo en el tema de los precios: «Entendemos que los precios parezcan altos para el consumidor. Si para algunos de los chicos nuevos se hace difícil llegar a alcanzar uno de nuestros autos con el descuento del empleado, me imagino lo que debe ser para alguien que no tiene ese beneficio. Yo todavía estoy tratando de llegar a tener el mío, je», admite, un poco en chiste un poco en serio, el co-líder de la línea.
Una vez fuera del ambiente de la fábrica, entramos a conocer un poco sobre el mercado de los autos usados. Pudimos localizar a uno de los expertos en autos usados de la zona, Marcos León, cabeza visible de una reconocida concesionaria, para que cuente a qué apunta el comprador: «Es una demanda que creció mucho en este último tiempo, casi tanto como la venta directa de un dueño a otro. Pero asimismo la exigencia es otra, antes para todos era negocio venir a buscar un auto a diesel, pero hoy no se quiere arriesgar porque si se rompe es muy costoso arreglarlo. Ahora se pusieron un poco más de moda los autos a gas, pero al que le gustan los fierros los rechaza», dice con algo de amor propio, ya que luego nos admitiría que él es uno de esos.
Pablo Burgueño, Franco Villagra, Agustín Romio y Pedro Doherty