El entrenador más laureado en la historia olímpica y gran admirador de la Generación Dorada, se despide del Dream Team en Río 2016 con su tercer oro consecutivo y dejando un gran legado. Gregg Popovich será su reemplazante para Tokio 2020.
La victoria de Estados Unidos sobre Serbia 96-66 en la final del básquetbol en Río 2016 no sólo significó el decimoquinto oro olímpico en 18 participaciones, sino también el fin de la era de Mike Krzyzewski, el Coach K como se lo conoce, al frente de la selección estadounidense tras once exitosos años.
El único entrenador en ganar tres oros olímpicos en la historia resaltó a los difíciles rivales que EEUU tuvo que vencer para quedarse con el título: «Hemos ganado a tres equipos fantásticos, España, Argentina y Serbia”.
Krzyzewski ya se había deshecho en elogios para la Generación Dorada y Sergio Hernández tras el partido de cuartos de final: «Derrotamos a un gran equipo. No solo un equipo, sino lo que yo llamo un programa, una cultura, con uno de los grandes entrenadores del básquet global. Felicito a la Argentina por la magnificencia que le ha mostrado al mundo en las últimas dos décadas”.
Y le dedicó unas palabras a Manu Ginóbili por su retiro de la selección argentina: “Es un jugador para el Salón de la Fama. Compite tan ferozmente como ningún otro que haya enfrentado como entrenador. No ha habido alguien como él, que no ocupa una posición, que pueda jugar en todas con el corazón. Nadie representa mejor a su país que Manu Ginóbili. Fue un honor competir contra él. Nuestro grupo tiene el máximo respeto hacia él”.
Como estaba pautado desde fines de 2015, el Coach K dejó de ser entrenador al término de los Juegos Olímpicos haciendo realidad la frase de fines del año pasado: “Es el momento de avanzar”.
Su reemplazante será el cinco veces ganador de la NBA con los San Antonio Spurs, Gregg Popovich, quien asumirá la dirección técnica hasta los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Aunque no especificó los motivos, su edad, la osteoartritis de cadera que padece desde hace mucho tiempo y la satisfacción de una tarea cumplida, tal vez se sumaron para dar el adiós definitivo. Despedida con la que había amagado en febrero de 2013 para arrepentirse tres meses después. Incluso tuvo que someterse a una intervención en la rodilla izquierda para poder llegar en condiciones a Río de Janeiro.
El entrenador más laureado en la historia de la selección de Estados Unidos nació el 13 de febrero de 1947 en Chicago, Illinois, y comenzó su trayectoria como asistente técnico de Bob Knight, primero en el básquet universitario de Indiana Hoosiers en la temporada 1974-1975 y luego en los Juegos Panamericanos de San Juan de Puerto Rico 1979, en los que el conjunto estadounidense obtuvo el oro de forma invicta con 9 triunfos.
Además fue de 1975 a 1980 el entrenador del Army Black Knights, el equipo de West Point en las ligas de la NCAA (National Collegiate Athletic Association), en el que jugó y fue capitán en sus últimos años en la Academia Militar.
El 18 de marzo de 1980 asumió como entrenador principal de los Duke Blue Devils, el equipo de la Universidad Duke (Durhham, Carolina del Norte), para dirigirlo hasta la actualidad y hacerle ganar sus cinco títulos (1991, 1992, 2001, 2010, 2015) en los campeonatos de la NCAA.
Volvió a la selección nacional de su país para ser nuevamente asistente de Bob Knight en Los Ángeles 1984 (donde Estados Unidos ganó sus ocho partidos y consiguió el oro) y luego asumió la dirección técnica en el Mundial 1990 de Argentina, en la que obtuvo el bronce producto de seis victorias y dos derrotas.
En 1992 asistió a Chuck Daly con su mítico Dream Team en el Torneo FIBA de las Américas en Portland y en los Juegos Olímpicos de Barcelona, ganando ambos certámenes de forma invicta.
Por sus logros e importante contribución al básquetbol universitario ingresó al Salón de la Fama en 2001, siendo hasta el momento el entrenador con más victorias en los torneos NCAA y en División I, con un balance total de 1043-321.
Luego de rechazar una suculenta oferta de Los Ángeles Lakers en 2004 para cubrir la vacante que había dejado el legendario Phil Jackson, el Coach K se hizo cargo nuevamente en 2005 de la selección con miras a recuperar el oro en Beijing 2008, tras el “fracaso” de Atenas 2004 y la histórica derrota ante la Generación Dorada de Argentina en las semifinales.
Su primer desafío fue el Mundial de Japón 2006, en donde sufrió su única derrota en esta segunda etapa al caer en semifinales contra Grecia, para luego conseguir el bronce ante la Argentina.
A partir de ahí todo fueron sonrisas: tres títulos olímpicos seguidos (Beijing 2008, Londres 2012 y Río 2016), dos títulos mundiales consecutivos (Turquía 2010 y España 2014), un título americano en Las Vegas 2007 y una nueva inclusión en 2010 en el Salón de la Fama (en la categoría “Equipos”, junto a integrantes y cuerpo técnico del Dream Team de 1992), con un impresionante récord de 66-3 en partidos oficiales entre sus dos etapas como head coach.
En el reino de la híper profesional NBA, un entrenador universitario como Mike Krzyzewski hizo historia. La era del Coach K, el gran responsable del retorno de la hegemonía de su país en el básquetbol olímpico y mundial, ha llegado a su fin.
Autores: Mauro Emilio Coppolillo Portela, Eduardo Maidana y Matías Devincenzi
2°año «B» Turno Mañana