En busca de precios más justos en los supermercados

Hace un mes, el caos en los supermercados se daba luego de que se anunciara que el precio del aceite podría llegar a triplicarse. Debido […]

Hace un mes, el caos en los supermercados se daba luego de que se anunciara que el precio del aceite podría llegar a triplicarse. Debido a que este producto quedó fuera de la lista de renovación del programa Precios Cuidados y ante tal anuncio, los clientes se alborotaban en los pasillos en busca de conseguir una última botella de aceite antes de que llegara a costar $90. Al final el alza no se dio luego de que una reunión entre Alfonso Prat-Gay (ministro de Hacienda), Francisco Cabrera (Producción) y Ricardo Buryaile (Agroindustria) con representantes de los supermercados llevara al compromiso de mantener el precio del aceite hasta fin de año.

Pero este no es el único tema que preocupa al Gobierno, ya que también se planteó la necesidad de transparentar los precios de distintos productos. Entre algunos de los ejemplos destacados, un productor de peras recibe $2,1 por kilo pero el consumidor lo consigue por alrededor de 23 pesos. Un productor de mandarinas cobra $1,4 por kilo, y en los supermercados llega a costar casi $15. En el sector ganadero también se dan estas variaciones de precio entre producción y consumidor final; en el cuadro siguiente se puede apreciar con más claridad en los distintos productos.

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Según este reporte, en promedio los productos del sector agrícola cuestan en la góndola 5,15 veces más que el precio por lo que el productor lo vende. Ante este pobre manejo de precios y comercialización, una de las industrias más perjudicadas es la de lácteos, con una caída del 8% del consumo de leche en lo que va de 2016 respecto de 2015. Es por ello que el vicepresidente de la Federación Agraria Argentina (FAA), Jorge Solmi, pidió al Gobierno sancionar a los sectores responsables de las distorsiones en los precios. “La diferencia que existe entre lo que se le paga al productor y el precio que se publica en góndola es muy grande, incluso en productos que requieren muy poca transformación y nadie se explica de dónde sale el precio”, manifestó.

En la reunión se trató la forma de reducir la brecha de la cadena y que se dejen de distorsionar los precios. La propuesta directa del Gobierno es reducir la inflación, ya que existe una sospecha de que el producto sí puede venderse a un precio más barato sin recurrir a las estrategias comerciales que esconden subas encubiertas.

Precios Claros

En mayo de este año el gobierno lanzó el programa Precios Claros (www.preciosclaros.gob.ar), por el que los consumidores pueden comparar de manera online los precios de hasta 23.000 productos en todo el país. La herramienta permite a los consumidores consultar y comparar los precios de un solo producto o de una lista de productos de los 30 comercios más cercanos a su ubicación y así el cliente pueda decidir donde le sale más factible comprar. Este proyecto fue puesto en marcha por la Dirección Nacional de Defensa del Consumidor, que trabajó con 54 asociaciones de consumidores de todo el país.

Tal como lo planteó Fernando Blanco Muiño, director de Defensa al Consumidor, el sitio busca dar transparencia a los precios e incentivar la competencia entre las grandes cadenas de supermercados. Aunque no todo es perfecto en esta aplicación, ya que deja fuera de la búsqueda a los pequeños comercios. Se puede comparar el precio de supermercados como Coto, Carrefour, Walmart y Jumbo, pero no aparecen muchos comercios de cercanía ni los súper chinos. Y tampoco están las frutas ni las verduras, los alimentos que más subieron en los últimos meses.

Por Juan Carlos Pohl y Patricio Ward