Un bebé de menos de un año fue encontrado muerto, el viernes pasado, por un rescatista de la ONG Sea Watch, luego de haberse ahogado en el mar entre Libia e Italia. Además, hubo una gran cantidad de personas encontradas y asistidas en las costas italianas.
El infante, de quién todavía no se conoce el nombre o país de procedencia, viajaba en una embarcación de madera, que había salido de las costas de Libia, junto a decenas de personas. Del mismo naufragio, fueron rescatadas 135 personas con vida y 49 cadáveres que llegaron al puerto italiano de Reggio Calabria.
La organización humanitaria hizo recorrer la escalofriante imagen del niño en los brazos del socorrista alemán, Martín, a través del mundo como una manera de concientizar a las autoridades europeas. Esperan que, así, mejoren las leyes migratorias y den asilo a los refugiados provenientes de Oriente Medio, África y los Balcanes Occidentales.
Este caso es tan solo una parte de las grandes crisis europeas. Se calculan 700 muertos encontrados en el Mediterráneo entre Europa Meridional, Asia Occidental y África, tan solo esta semana, según la fuente de las Naciones Unidas. Además, dentro de este desastre, se registraron unos 40 menores encontrados sin vida. El hundimiento de diversos blancos podría haber causado más muertes, todavía no asentadas.
Ante todos estos hechos, Italia empezó a desbordarse por todos los refugiados asistidos en dicho país, convirtiéndose en el principal destino de los migrantes que intentan llegar al continente europeo luego del cierre de la ruta de los Balcanes a través de Turquía y Grecia.
Los rescates propinados por los barcos de la Marina Militar Italiana, quienes descubrieron a miles de personas, encontraron cadáveres flotando en el Mar que, según fuentes de la ONU, la mayoría son provenientes del sur del continente africano, aunque también hay algunos procedentes de Argelia, Egipto, Marruecos y Siria.
Sin embargo, no todos los países están ayudando con esta crisis, y, para agravar la situación, la Unión Europea cerró las fronteras para frenar el avance de los acogidos, por lo que miles de personas fueron forzadas a volver utilizando la ruta desde África, una vía mucho más peligrosa que la de Asia.
Los números son cada vez más escalofriantes, la Organización Internacional para las Migraciones calculó que hay al menos 1000 muertos en la última semana, de aquellas personas que intentaron cruzar el Mediterráneo. Mientras que 13000 fueron rescatadas.
Además, la cantidad de muertos registrados desde el 1° de enero hasta el momento, según la OIM, es de 1903, a los cuales se suman 1782 personas que se habían ahogado en 2015.
Alberto Macri, Estefanía De Belaustegui, Federico Illan, Néstor Sánchez y Javier Insarrualde.