Siempre se ha hablado sobre la contaminación del Riachuelo. Según Geenpeace, la situación actual es alarmante. En su cuenca viven 5 millones de habitantes, de los cuales el 35% no tienen agua potable y el 55% no posee cloacas. La cuenca atraviesa 14 municipios e incluye a la Ciudad de Buenos Aires. Actualmente se estima que hay más de 20 mil industrias y empresas de servicios establecidas en el territorio de dicha cuenca.
En la década de los noventa se empezó a debatir sobre los problemas ambientales en el país y en 1991 se crea la Secretaría de Recursos Naturales y Desarrollo Sustentable de la Nación, que desde sus inicios plantea la contaminación de este curso de agua como uno de los problemas ambientales de mayor impacto en la Argentina. En 1993, la Secretaria de Medio Ambiente de aquel momento, María Julia Alsogaray, presentó un proyecto de limpieza del Riachuelo que, se estimaba, se completaría en sólo mil días (un poco más de tres años). Lamentablemente este proyecto no se llevó a cabo y luego la funcionaria resultaría imputada por enriquecimiento ilícito y malversación de los fondos que debían destinarse a la gestión ambiental del Riachuelo. Por ese motivo el plan de limpieza del curso fluvial quedó suspendido hasta 2006, año en que se reactivó su saneamiento, impulsado por una causa judicial.
El 15 de noviembre de 2007, el Congreso Nacional sancionó la Ley Nacional Nº 26.168 que creó la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR) como ente de derecho público interjurisdiccional dentro de la órbita de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación. Dicha ley establece que ACUMAR ejercerá su competencia en el área de la Cuenca Matanza Riachuelo, incluyendo la ciudad autónoma de Buenos Aires y los algunos municipios de la provincia de Buenos Aires como Almirante Brown, Avellaneda, Cañuelas, Esteban Echeverría, Ezeiza, General Las Heras, La Matanza, Lanús, Lomas de Zamora, Marcos Paz, Merlo, Morón, Presidente Perón y San Vicente.
Según ACUMAR, en el año 2009, los distintos tipos de empresas que contaminaban el Riachuelo pertenecían mayormente a cementeras como Loma Negra (ubicada en Avellaneda); fábricas de bebidas alcohólicas como Quilmes (en el sur del Gran Buenos Aires), o de gaseosas como Coca-Cola (en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires), entre otros tipos de industrias.
Sin embargo, el entonces ministro de Medioambiente y Desarrollo Sustentable de la Cuidad de Buenos Aires, Sergio Bergman, opinó: “Es imposible limpiar el Riachuelo si no se limpia primero ACUMAR” y que “la prioridad no es el agua, sino la gente que la bebe”. Además informó que la cantidad de personas afectadas aumentó en alrededor de 2 millones, por lo que actualmente son en total siete millones de personas.
El ex ministro Bergman también dijo que “la prioridad es Villa Inflamable”, en alusión al polo petroquímico, ubicado en Dock Sud, donde se encuentran grandes plantas de almacenamiento de petróleo y sus derivados como Shell, Petrobras e YPF, cuyos residuos, junto con el de los de otras empresas alrededor de la cuenca, les causan enfermedades a las 17.000 familias de los partidos mencionados anteriormente. En gran parte sufren enfermedades por el consumo del agua contaminada, tales como el saturnismo, altas concentraciones de metales pesados (plomo, por ejemplo) en sangre; hepatitis A y E, que se transmite por vía de contacto con aguas residuales o contaminadas; diarreas, vómitos, junto con otras enfermedades que de no ser tratadas pueden llegar a ser mortales.
Se estima que para 2023 el Riachuelo estará totalmente saneado y el agua tendrá una limpieza sana, ya que habrá un mayor control industrial y se creará un nuevo colector cloacal. Para lograr eso se prevé el saneamiento del polo de Dock Sud, lo cual es el puntapié inicial para que la contaminación no se expanda más allá de un determinado límite. También habrá un control en otras industrias, que aún no se han precisado.