El nombre de Dominic Thiem empieza a cobrar fuerzas en el circuito ATP. Nacido en Wiener Neustadt, a 56 kilometros de Viena, y de 22 años, el tenista austríaco se metió entres los mejores del mundo tras ocupar el séptimo lugar del ranking.
Y para justificar que su carrera está en pleno crecimiento, el joven consiguió el pasado lunes la corona en el césped de Stuttgart, tras doblegar al local Philipp Kohlschreiber por 6-7, 6-4 y 6-4. Así, consiguió completar tres títulos en tres superficies distintas en el año: polvo de ladrillo (Buenos Aires y Niza), cemento (Acapulco) y el reciente, en hierba. Para agregarle algo más, en el torneo alemán desplazó en las semifinales al máximo ganador de Grand Slams, Roger Federer.
Tan solo ocho son los tenistas en actividad que han logrado conseguir aunque sea una vez este logro: Roger Federer, Rafael Nadal, Andy Murray, David Ferrer, Grigor Dimitrov, Ivo Karlovic, Sam Querrey y el propio Thiem. No figura Novak Djokovic, pero podría hacerlo si gana un torneo en césped.
El discípulo de Gunter Bresnik, ex entrenador de Boris Becker, leyenda tenistica mundial, se dio el lujo en lo que va de la temporada de derrotar a jugadores como Rafael Nadal, al suizo Federer, en dos oportunidades, a David Ferrer y es el tenista que más victorias acumula a lo largo del año: 45, superando incluso a Nole, que registra 44. Y como para arrojarle más flores, hace poco alcanzó por primera vez en su carrera las semifinales de un Major, en Roland Garros.
El austríaco es el tenista más joven dentro del top ten. Es un jugador distinto y con proyección. Y una amenaza en la cima del tenis mundial.
Huertas, Lanzillotta, Lozano, Silvera, Villarruel