El equipo cordobés vuelve a la máxima categoría tras 12 largos años y como campeón invicto (hasta ahora, faltando dos fechas para el final) de la Primera B Nacional. Gran parte de Córdoba sigue de fiesta.
Ascendió dos categorías en un año. Resultaba demasiado raro ver al alguna vez subcampeón de Primera División y campeón de la Copa Conmebol disputando el torneo de Federal A. La gente se lo pedía a gritos, los más de 30.000 socios aclamaban por este regreso, y también se sumaban los aficionados del resto de los clubes, quienes reconocen la grandeza de la “T” y admiten que debía estar en Primera. Y finalmente se dio con una campaña sensacional, campeón invicto y dos fechas antes de que culmine el campeonato.
Las figuras hicieron valer su jerarquía para alcanzar lo más alto: Pablo Guiñazú, quien fue el emblema del mediocampo y hasta marcó el gol de la consagración, junto con Klusener, Solis y Strahman que hicieron lo suyo en el area rival. Guido Herrera no solo le ganó el puesto a quien llegaba como figura en el verano, Mauricio Caranta, sino que también superó el record de valla invicta del club en Torneos de AFA, la racha histórica del club, sumando 701 minutos sin que le conviertan en su arco y dejó su aporte para alcanzar el objetivo.
Pero todo comenzó hace dos años, cuando quedaron atrás los 10 años de gerenciamiento en el club y los socios volvieron a votar. Eligieron a un presidente, que no solo trajo un aporte económico importante desde el Pachuca de Mexico, sino que también reacondicionó toda la institución, y tuvo la certera decisión de elegir a Frank Kudelka como conductor de este plantel.
El técnico campeón sostuvo su idea desde la tercera división, y fue una constante muestra de personalidad. A diferencia de todos sus colegas, siempre dejó en claro su táctica en cada conferencia, lo que a muchos espanta por destapar el misterio. Pero no sucedió asi con Frank, desde que está al mando de Talleres, estuvo del otro lado de la línea de cal en 51 partidos, de los cuales ganó 34, empato 16 y solo perdió uno. Una pérdida de misterio que dio resultado…
Queda en la mente de cada fanático del futbol ese golazo de Guiñazú en Floresta, y su cara enterrada en el pasto, con una montaña de hombres encima festejando que Talleres otra vez es de Primera.
Patricio Ward, 2A TT