Este miércoles se jugará el partido suspendido por la decimosexta jornada entre Los Andes y Villa Dálmine, encuentro que no se llevó a cabo en la fecha programada ya que el club de Lomas no podía garantizar la seguridad.
Tras esta decisión tomada por las autoridades del partido, el Presidente del Milrayitas, Oscar Ferreyra dijo: “Los Andes ya no puede afrontar más este tipo de gastos, este tipo de operativos, me parece que el fútbol argentino tampoco y es hora que se entable la discusión real y veamos cómo puede continuar esto.”
A inicio de año se había llegado a un acuerdo para que el Estado se hiciera cargo del pago de todos los operativos de seguridad de todas las categorías. Pero siendo un proceso que lleva tiempo los gastos siguen corriendo a cuenta de los clubes mientras el estado coordina las funciones para asumir la responsabilidad de garantizar la seguridad física en los campos de juego. Es importante destacar que durante el 2015 en cada operativo se abonaba 200 pesos por efectivo policial. Hoy, luego del incremento de principio de año, el precio abonado por hombre es de 440 pesos, un aumento de más del cien por ciento.
Luego de sostener varias conversaciones, el viernes 27 de mayo circulaba un Comunicado Oficial del Club Los Andes anunciando un acuerdo logrado con la Agencia de Previsión de Violencia del Deporte y la AFA para bajar el operativo policial de 350 efectivos a 280. Con esta disminución de 70 agentes policiales, el club local logró ahorrarse en el partido disputado el sábado ante Central Córdoba un total de 31.000 pesos. Estos son gastos que se han tornado imposibles para los clubes de Ascenso, lamentablemente tienen que darse estas situaciones para que se pueda observar el negocio de los operativos.
Lo cierto es que el fútbol no puede seguir siendo un negocio, ni para la policía ni para aquellos que se debaten si debe ser pagado o libre para todos. No puede haber tanta indiferencia alrededor de un deporte que por 90 minutos debería brindar entretenimiento pero todo eso se olvida por unos mangos de más, es increíble la falta de solidaridad y conciencia social. Una problemática que sigue acrecentándose y ante la cual la pelota no puede seguir rodando.
Juan Carlos Pohl, 2do. año TT.