Snapchat es la nueva revelación de las redes sociales. Su lanzamiento se produjo en septiembre de 2011 por Evan Spiegel, Bobby Murphy y Reggie Brown, pero el auge de su popularidad comenzó el año pasado. Con más de 100 millones de descargas se ubica en el top 5 de las más elegidas por los jóvenes y adolescentes, el 70 % de los usuarios son menores de 25 años, que cayeron rendidos a sus pies. Se estima que la aplicación envía más de 400 millones de imágenes diarias; tal es el éxito de esta aplicación que Facebook intentó comprar por 3.000 millones de dólares y fracasó.
¿De qué se trata snapchat? Es una aplicación para smartphones cuyo principal atractivo es subir fotos y videos decorados con los llamativos filtros que te ofrece, desde llantos con arco iris hasta la cara achicada y totalmente ridiculizada. Funciona como una app normal pero tiene la particularidad de que la imagen que se sube es efímera, el usuario puede elegir el tiempo que dure el archivo en la red y al ser eliminado casi instantáneamente (entre uno y diez segundos) los usuarios son menos estrictos con la perfección de la foto.
La tecnología ha revolucionado la manera de vivir en todos los aspectos. En este caso, el aporte de snapchat fue cambiar la manera de atesorar los momentos más importantes, a diferencia de las fotos en papel, que primero debían ser reveladas y lo que salía en ellas era imborrable; luego surgió la era digital, que permitía sacar varias fotos en el mismo lugar o paisaje con el fin de sólo dejar la que mejor había salido. Esta nueva aplicación viene a romper con ese parámetro y muestra un nuevo horizonte, el de las fotos o videos que nadie pretende guardar y que tienen un significado espontáneo, como puede ser una foto de un corte de pelo pésimamente hecho o de un grupo de borrachos desmayados en la puerta de casa. Son recuerdos que se van en un parpadeo…
Los adolescentes dejaron de utilizar como red social principal a Facebook porque los padres comenzaron a invadirlo, y encontraron en Snapchat una barrera abierta que, por su complejidad, a los adultos, en su mayoría, se les vuelve infranqueable, con lo cual no tienen manera de controlarlos. Y la corta duración de las imágenes en la red puede percibirse como un incentivo al “vale todo”. Eso difumina la barrera entre lo público y lo privado, con jóvenes y adolescentes que eligen sacarse fotos en ropa interior o hasta sin ella, para sumar un par de seguidores o aumentar el número de visitas. La era de la tecnología se está convirtiendo paralelamente en la era del exhibicionismo.