La certeza de que las nuevas tecnologías empiezan a tener gran relevancia en nuestras vidas cotidianas es un tema ampliamente instalado, que entre nosotros recobra actualidad permanentemente, ya sea por la discusión acerca de pedir un servicio de autos particulares con la aplicación Uber hasta programar el aire acondicionado. Loo cierto es que las nuevas aplicaciones en el mercado ayudan a las personas con sus actividades diarias, y si bien en un principio son muy resistidas, en cuanto pasa el tiempo la gente se acostumbra a ellas y las utiliza habitualmente. Fue, por ejemplo, el caso de WhatsApp, la app más beneficiosa para todas las personas que buscan comunicarse de una manera alternativa.
En el siglo XXI la tecnología avanza a paso firme, y a veces es tan rápido el progresoque la gente nunca termina de acostumbrarse para ya estar frente a otra nuevo alarde de la inventiva. Es cierto que los jóvenes, que nacieron con una computadora, se adaptan más fácilmente y son, en muchos casos, los que se terminan transformando en profesores de los más adultos de la familia, pero ¿hasta qué punto las nuevas aplicaciones superan la capacidad de los chicos y los ponen frente al dilema de cambiar o seguir con lo viejo y conocido?
Los cambios a los que las personas se han tenido que adaptar son varios y abarcan todos los rubros. Comprar artículos de toda índole ha sido una de las primer opciones para los usuarios de internet; si hasta grandes emprendedores argentinos crearon una de las mejores empresas de venta online, como lo es MercadoLibre. Hoy en día la empresa no sólo cuenta con su habitual página online, sino que también posee una App para teléfonos móviles, donde los usuarios pueden comprar y vender productos con tan sólo pulsar la pantalla de sus celulares. Pedir comida también se ha adaptado, y la modalidad pasó del viejo delivery a las muchas aplicaciones que le ofrecen a la gente un menú de restaurantes asociados y servicios de envío.
El sector bancario, por supuesto, también ha optado por dejar de lado su antiguo modelo, aquel por el cual cualquier trámite necesitaba la concurrencia personal al banco; ya ofrece entrar al mercado de las App, para que sus clientes puedan realizar trámites desde cualquier lugar sólo con contar con un buen teléfono y una buena conexión a internet o wifi.
Tomar un taxi o pedir un remis es el nuevo desafío de la sociedad; ya en varios países se cuenta con un servicio alternativo como Uber, un sistema online que ofrece choferes registrados y la posibilidad de contratar un viaje vía internet. Tal como sucedió en cada ciudad en la que se instaló, esta nueva propuesta ha traído conflictos en nuestro país por lo cual por el momento no es legal contratar este servicio, pero es probable que sea cuestión de tiempo para que se instale como una nueva manera de viajar.
Seguramente Uber no sea el último reto para la sociedad. Las nuevas tecnologías no dejan de avanzar. Lo más nuevo en el país -ya cuenta con un producto en el mercado- es la programación del aire acondicionado desde el celular. Algo impensable no muchos años atrás.
Según datos oficiales, el número de compradores online en la Argentina en los últimos años ha ascendido al 49,33%, con un nivel de llegada mayor entre el rango de los 18-24 años, en el que alcanza el 37%, mientras que la población de 25-34 años congrega el 35 por ciento.
La industria del comercio electrónico crece sostenidamente y en MercadoLibre, la App mencionada anteriormente, proyectan que la tendencia continuará en el futuro y estiman alcanzar una facturación billonaria para el año 2020.